Editorial
Petro le falló al Valle
Las declaraciones del Presidente a los reclamos justos que se hicieron desde la comarca dejan claro que nunca tuvo intención de avalar la cofinanciación del Tren de Cercanías.
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10 de nov de 2025, 03:22 a. m.
Actualizado el 10 de nov de 2025, 03:23 a. m.
El presidente Gustavo Petro le incumplió una vez más al Valle del Cauca al negarse a avalar la cofinanciación del Tren de Cercanías antes de que entrara en vigencia la ley de garantías. Se esfuma así, o por lo menos se dilata, el trabajo que durante más de diez años se ha realizado en el departamento para hacer realidad uno de los proyectos más importantes para su conectividad y desarrollo.
No valieron los llamados que desde diferentes sectores se le hicieron al Primer Mandatario para que honrara el compromiso de su gobierno de aportar el 70% de los recursos que se requieren para adelantar las obras. Primero fue la demora en dar los avales técnico y financiero luego de presentar los estudios finales de factibilidad; después fue el anuncio quebrantado de la Ministra de Transporte, quien el 14 de septiembre pasado aseguró que el Conpes, con el que se garantizaba la cofinanciación, se firmaría en el mes de octubre.
No sucedió así. Las semanas pasaron sin respuesta alguna del Gobierno Nacional a los cuestionamientos que se hicieron desde el Valle y desde los municipios que se beneficiarían del proyecto: Cali y Jamundí, donde se construiría la primera fase, y Palmira y Yumbo, que harían parte de los tramos posteriores. La ley de garantías, que impide a las entidades oficiales contratar durante los meses previos a las elecciones –en este caso legislativas y presidenciales-, entró en vigencia el pasado 8 de noviembre y se acabó así la posibilidad de que las obras del Tren de Cercanías comenzaran en 2026.
El engaño del gobierno Petro para con los vallecaucanos no puede ser más evidente. Las declaraciones del Presidente a los reclamos justos que se hicieron desde la comarca dejan claro que nunca tuvo intención de avalar la cofinanciación del proyecto y que lo uso más bien como moneda de cambio para castigar al Departamento, a la bancada de sus congresistas, a la gobernadora Dilian Francisca Toro y al alcalde de Cali, Alejandro Eder.
Es como si al Mandatario de los colombianos no le importara que con su decisión se impida mejorar la calidad de vida de cientos de miles de ciudadanos, organizar la conectividad intermunicipal y de paso brindar mayores posibilidades de desarrollo a la región. Pretender, además, que esa obra que ya cumplió con todos los estudios de prefactibilidad y factibilidad sea reemplazada por un tren del Pacífico que sigue en el limbo y que ha sido un fracaso una y otra vez desde hace décadas, solo busca distraer a los vallecaucanos.
La negativa del presidente Gustavo Petro al Tren de Cercanías se suma a la lista de incumplimientos al Departamento. Ahí están como ejemplo la profundización del canal de acceso al puerto de Buenaventura que sigue sin hacerse pese a haberse incluido en el Plan Nacional de Desarrollo del cuatrienio. O la dilatación del proceso licitatorio para una nueva concesión del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, que no se hizo en los términos establecidos, y llevó a que el terminal aéreo volviera a manos del Estado. La vía Mulaló – Loboguerrero ya duerme el sueño de los justos…
Es de nuevo el centralismo, esta vez con un tufillo de venganza, que impide el progreso del Valle del Cauca y de su población.
6024455000





