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María Corina Machado, líder de la oposición del partido Vente Venezuela, habla en una conferencia de prensa después de que se le prohibiera ocupar cargos públicos durante 15 años.
María Corina Machado, líder de la oposición del partido Vente Venezuela, habla en una conferencia de prensa después de que se le prohibiera ocupar cargos públicos durante 15 años. | Foto: dpa/picture alliance via Getty I

Editorial

La campaña de Corina

Ella, a quien más de dos millones de venezolanos le dieron su voto en las primarias para que se convirtiera en la rival de Maduro y quien viene siendo objeto de toda persecución por parte del régimen...

4 de mayo de 2024 Por: Editorial

“Sobre un camión, en el furor de cada discurso, María Corina Machado desenrolla un cartel de Edmundo González Urrutia ante la multitud y grita: “¡Tenemos candidato!”. Estas palabras, con las que inicia una crónica periodística sobre cómo se desarrolla la campaña presidencial en Venezuela, deben representar una luz de esperanza para millones de ciudadanos que, ya sea dentro de su territorio o desde el exilio obligado, no dejan de anhelar que su país vuelva por la senda política, social y económica que un día tuvo.

Porque ese texto lo que refleja es que, en medio de las artimañas con las que el régimen de Nicolás Maduro ha obstaculizado la participación de la oposición en los comicios programados para el próximo 28 de julio, se está abriendo paso nada menos que la sólida unión de los grupos políticos que le son contrarios al chavismo.

Y hay que reconocer que la artífice de esa hazaña, que no se había logrado consolidar en los últimos comicios, cuando la comunidad internacional lamentó ver a una oposición dividida frente a un gobierno que no parecía sentir ninguna vergüenza de desconocer los más mínimos principios democráticos en su propósito de perpetuarse en el poder, es María Corina Machado.

Ella, a quien más de dos millones de venezolanos le dieron su voto en las primarias para que se convirtiera en la rival de Maduro y quien viene siendo objeto de toda persecución por parte del régimen, al punto de ser injustamente inhabilitada para ejercer cargos públicos durante quince años, está dando una muestra de grandeza al dedicar sus esfuerzos a hacerle campaña a Edmundo González Urrutia.

Él, un desconocido en la política del vecino país, cuya nominación electoral el Gobierno de izquierda se vio obligado a aceptar ante la presión ejercida por los Estados Unidos y otros países que han intercedido para que la democracia retorne con todas sus letras a Venezuela, está ahora en boca de todos los seguidores de la coalición Plataforma Unitaria Democrática, que han cerrado filas en torno al que diga Machado, como muestra de respaldo a su tesón y valentía.

Ojalá otros líderes de la oposición del vecino país como Juan Guaidó y Leopoldo López, quien ha vivido en carne propia la más cruel persecución del régimen chavista, se sumen a este nuevo intento por demostrarle a Nicolás Maduro que ya no cuenta con las mayorías y que los venezolanos quieren que a su nación retornen derechos que hoy les son ajenos, tales como la libertad de expresión y la posibilidad real de elegir y ser elegidos.

Porque es en la conformación de una oposición unida, cohesionada y fortalecida que muchos analistas ven la más posible solución a tantos años de dominación de un régimen que, paradójicamente, podría terminar enredado en sus propias tramposas estrategias, si los ciudadanos de su país encuentran una sólida motivación para volcarse a las urnas en rechazo del Gobierno actual y en favor de quienes acepten anteponer el bienestar de Venezuela a sus intereses políticos personales.

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