Enseñanza de Robinson Crusoe

La supervivencia, la autosuficiencia, la fe, el trabajo duro y la superación de la adversidad, junto con el ingenio y el esfuerzo individual, pueden llevar a una persona a prosperar e incluso a sobrevivir en circunstancias desfavorables, sin resignarse a su destino final y enfrentándose, inclusive, a la naturaleza. Todo esto es posible gracias a la perseverancia y a la lucha, desde la perspectiva de una gestión equilibrada de los recursos, utilizando métodos para ahorrar y cuantificar lo necesario para sobrevivir. Lo fundamental es el cambio de actitud para persistir y salir adelante ante la adversidad: la fe y el ingenio permiten superar los obstáculos.

En mi propósito de releer libros que me han impactado en la vida, me encontré nuevamente con la obra del escritor inglés Daniel Defoe, publicada en 1719, considerada la gran novela de ese siglo, la primera novela social de la literatura inglesa y el segundo libro más leído del Siglo XVIII después de la Biblia. Se trata de la autobiografía ficticia de un náufrago de 28 años en una apartada y remota isla tropical, basada en un hecho real: la historia del náufrago escocés Alexander Selkirk, quien pasó cuatro años en una isla del archipiélago Juan Fernández, en las costas del mar de Chile, antes de ser rescatado en 1709. Daniel Defoe se inspiró en esta historia para crear una gran pieza literaria, llena de aventuras de principio a fin.

Esta novela ha sido adaptada al cine en diversas ocasiones y llegó a ocupar un lugar privilegiado en los filmes de aventuras. En medio de la desesperación de estar lejos de la civilización, Robinson se encuentra consigo mismo y con la soledad; debe armarse de valor y reunir toda la fuerza de su espíritu para salvarse y salir adelante en un medio hostil y con escasos recursos. Pero su persistencia y creatividad lo ayudan a sobrevivir y, finalmente, a regresar a la civilización. Este relato emociona en cada página de este fantástico libro.

La reflexión es que la vida no siempre es fácil ni perfecta, pero a pesar de todo, la vida es bella: hay que vivirla y renovarse cada día para vencer ese medio hostil que, a veces, nos ofrece la existencia, aunque siga siendo maravillosa.

También me llega a la memoria otro libro que me impactó desde mi juventud: Moby Dick de Herman Melville, una obra igualmente fascinante sobre la lucha del hombre contra la incertidumbre de la vida, personificada en una ballena.