Columnista
El camino para un triunfo de la oposición en 2026
Cada vez más personas se preguntan si la unión entre los candidatos opositores al gobierno Petro es posible. Lamento desilusionar a quienes guardan esta expectativa
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10 de nov de 2025, 02:49 a. m.
Actualizado el 10 de nov de 2025, 02:59 a. m.
El país se merece un mejor rumbo en 2026 que tener que volver a escoger entre la charlatanería de un nuevo ‘outsider’ y la izquierda más extremista, como ocurrió en 2022 –y como las primeras encuestas empiezan a señalar que pasaría en 2026–. Hay muchas candidaturas viables y sensatas en el tablero de la primera vuelta y ojalá el país no repita el error de llevar las opciones más drásticas a la segunda vuelta como en las elecciones pasadas.
Desde ya toma creciente forma el panorama electoral, que será todo de lo que el país hablará a lo largo de este semestre. El centro no ilusiona a muchos, a pesar de que siempre es el sector político con el que más se identifican los electores colombianos al comienzo de las campañas. Al final, la polarización propia de cada temporada electoral logra llevar a los votantes identificados con el centro a escoger opciones ubicadas en otros lados del plano cartesiano de la política.
El partido de gobierno, con la consulta para elegir a su candidato presidencial y sus listas al Congreso, ya se hizo contar en votos y reveló algunas de sus sorpresas para la temporada electoral. Ahora los partidos de la independencia y la oposición tienen el tiempo a su favor para dar a conocer algunas de sus próximas decisiones y alianzas. La oposición tiene con qué, pero preocupa especialmente la falta de visión que desde sus filas ha demostrado. Mientras el gobierno Petro enfrenta escándalos y crisis que afectan de sobremanera su credibilidad, los opositores siguen encerrados en puritanismos a la hora de conformar sus listas –lo que ocurrió esta semana con el caso de Alejandro Gaviria fue inaudito– y la eterna discordia que desde el uribismo lanzan hacia todo lo que tenga que ver con el expresidente Santos.
Cada vez más personas se preguntan si la unión entre los candidatos opositores al gobierno Petro es posible. Lamento desilusionar a quienes guardan esta expectativa al recordarles que el espectro que reúne a la oposición y la independencia abarca desde el conservatismo tradicional hasta el liberalismo más radical, y desde los moderados que siguen impulsando la agenda del centro hasta una derecha nostálgica de los tiempos del uribismo. Por supuesto que no será posible unir a todos los candidatos detrás de una sola cara. Y tampoco será necesario.
La campaña irá tomando su forma poco a poco. Con el regreso de las encuestas, de acuerdo con los nuevos plazos dispuestos por la ley, el país conocerá los nombres de los aspirantes más opcionados y que más emociones generan entre los votantes. Esta debe ser una oportunidad para que los partidos comiencen a depurar sus largas listas de candidatos. Y también, como ocurre cada cuatro años, se configura el turno para que los precandidatos con menor intención de voto tomen la decisión de renunciar a sus campañas, adhieran a opciones más viables y en muchos casos aspiren a consolidar una vocería en el Congreso.
El problema que más debería preocuparnos no es la larga lista de precandidatos, ya que esta se irá depurando con el curso de los meses, las encuestas y las alianzas. Para ganar la presidencia en 2026 serán clave dos elementos: en un primer lugar, que la derecha colombiana supere la pelea entre Uribe y Santos, que es una de las mayores razones de división entre los críticos del petrismo. Y en un segundo lugar, lejos de enfocarse en el rechazo a todo lo que venga de Petro, la oposición debe construir un programa esperanzador, capaz de recuperar el apoyo y el optimismo de la ciudadanía. Para esto último, en vez de seguir ampliando las viejas discordias y los fundamentalismos de cada partido, será urgente conseguir puntos de encuentro y unidad entre orillas distintas. El fomento de la confianza en la economía de mercado, la protección de la integridad de la Constitución del 91, la profundización de la política social y el rechazo al tono divisivo del gobierno Petro son algunas banderas con las que podrían empezar.
@fernandoposada_

Politólogo de la Universidad de los Andes con maestría en Política Latinoamericana de University College London. Es analista político para varias publicaciones nacionales e internacionales, y consultor en temas de política pública, paz y sostenibilidad.
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