Una pareja murió tras caer 400 metros mientras tenía relaciones en su auto, esta es la trágica historia

Una pareja falleció al caer con su auto por un acantilado de aproximadamente 400 metros de altura mientras mantenían relaciones sexuales en el municipio de Venda Nova do Imigrante, en la región montañosa del estado de Espírito Santo, Brasil.

Las víctimas fueron identificadas como Adriana Machado Ribeiro, de 42 años, y Marcone da Silva Cardoso, de 26.

Según la Policía Civil, el accidente ocurrió en la madrugada del 4 de agosto en la Rampa de Vuelo Libre Filetti, un mirador público concurrido por deportistas de ala delta y parapente.

De acuerdo con la investigación, la pareja había asistido esa noche a una fiesta en la ciudad vecina de Castelo junto al hermano de Marcone y su novia. Después de dejar a la pareja en su casa, se dirigieron en auto hasta la zona de la rampa.

La hipótesis principal de la policía es que, al estacionar demasiado cerca del borde y moverse dentro del vehículo, este se desplazó unos metros hasta precipitarse al vacío.

“No se encontraron indicios de violencia en el lugar ni en los cadáveres, y el vehículo tenía el freno de mano puesto”, explicó el jefe policial Alberto Roque Peres.

Según el detective, los cinturones de seguridad estaban sin usar. “Lo que imaginamos es que el movimiento dentro del coche empujó el vehículo”, agregó.

El automóvil cayó más de 100 metros antes de chocar contra una primera formación rocosa, lo que provocó que ambos salieran despedidos y quedaran fuera del vehículo, sin ropa.

Marcone fue hallado más cerca del auto y Adriana a mayor distancia. Tras la expulsión de las víctimas, el vehículo continuó rodando unos 300 metros cuesta abajo, quedando completamente destruido.

Un trabajador que realizaba labores de limpieza en una propiedad privada cercana encontró el carro alrededor de las 7:00 a. m. y dio aviso a la Policía Militar.

Vecinos reportaron haber escuchado un fuerte estruendo entre la 1:30 y las 2:00 de la madrugada, pero la oscuridad y la vegetación impidieron ver lo sucedido.

Adriana, madre de dos hijos adolescentes y empleada desde hace 15 años en una panadería local administrada por su madre, era muy conocida en la comunidad.

Marcone, originario de São João de Bicas y residente reciente en la ciudad, trabajaba como operador de máquinas y era padre de un niño de 4 años de una relación anterior.

Amigos y familiares describieron la relación, de seis meses, como pacífica y sin antecedentes de violencia.

“No tenían antecedentes penales. Eran trabajadores, muy conocidos en la ciudad”, dijo el detective Peres. “Las pruebas pueden tardar hasta 30 días en completarse, y dado que la circunstancia es inusual, esta tragedia sirve de advertencia a quienes suelen detenerse en lugares remotos y aislados por la noche, sin estar familiarizados con el terreno”