Cali
Calibots, el equipo de niños caleños que ganó la Copa del Mundo de robótica en Houston
Los Calibots se destacan con un proyecto tecnológico para recuperar los manglares.

22 de abr de 2025, 12:23 a. m.
Actualizado el 22 de abr de 2025, 03:12 a. m.
A sus 14 años, Samuel Monsalve no solo ha aprendido a programar sensores y ensamblar tarjetas electrónicas, también salió del país por primera vez. Lo hizo junto a su equipo, los Calibots, un grupo de estudiantes del colegio Comfandi El Prado, el cual representó a Colombia en el First Lego League World Championship, el torneo de ciencia y tecnología escolar más importante del mundo, que se realizó en Houston, Estados Unidos, del 16 al 19 de abril.
“Le cogí una pasión increíble a esto. Me encanta crear cosas, ingeniármelas para resolver problemas, programar y darle vida a algo inanimado”, cuenta Samuel, el más joven del equipo, pero también uno de los más comprometidos.
Él hace parte del grupo de diez estudiantes caleños que ganó el campeonato nacional del First Lego League 2024, superando a más de 70 equipos de todo el país. Fue en marzo, en Bogotá, cuando convencieron al jurado nacional con una propuesta educativa que combinaba creatividad, inclusión y tecnología.
Antes de desarrollar su proyecto actual, el equipo Calibots ya había dejado huella en Colombia con una idea que unía la música y la robótica para enseñar braille de manera lúdica.
“La problemática que queríamos abordar era la falta de conocimiento sobre el braille. Muchas personas no saben leer ni escribir en braille, y queríamos hacerlo accesible, de una forma divertida y educativa, usando algo representativo de nuestra ciudad: la salsa”, explica Camila Motato, de 17 años.
El juego funcionaba con canciones como Cali Pachanguero, mientras un sistema de servomotores elevaba bolitas que formaban letras en braille. Los jugadores debían reconocerlas al ritmo de la música, obteniendo puntos por cada acierto. Al final, un holograma proyectaba la canción, reforzando el aprendizaje con una experiencia multisensorial.
La iniciativa con la que se presentaron en el mundial se llama SiembraTech, y tiene dos componentes complementarios: uno físico y otro educativo.

El primero es Mangleye, un dispositivo semisumergible que durante su recorrido recopila datos en tiempo real como la temperatura, turbidez y pH del agua, variables clave para definir el mejor momento para sembrar manglares.
Estos datos son enviados a una plataforma visual llamada Power BI, donde se crea un panel interactivo que permite ver la información de manera clara y sencilla, usando gráficas y colores para entender mejor lo que está pasando en el lugar donde se quiere sembrar.
Gracias a esta información, las organizaciones pueden tomar decisiones informadas sobre cuándo y dónde sembrar, mejorando la efectividad de sus procesos.
El segundo componente del proyecto se llama Water Guardians, un videojuego interactivo dirigido a niños de entre 6 y 9 años, que enseña sobre el cuidado de los ecosistemas marinos.
Los manglares, presentes en las costas de 123 países, son ecosistemas fundamentales para el planeta. No solo albergan una gran biodiversidad y ofrecen medios de vida a comunidades costeras, sino que también actúan como barreras naturales contra desastres, almacenan carbono y ayudan a mitigar el cambio climático.

En Colombia hay más de 285 mil hectáreas de manglares, el 74 % de ellas en la costa Pacífica, con departamentos como Nariño, Chocó y Magdalena, concentrando el 85 % del total nacional.
Sin embargo, estos ecosistemas están en peligro: en los últimos 40 años, el planeta ha perdido más del 20 % de su cobertura de manglares por actividades humanas. Aunque la tasa de pérdida se ha reducido recientemente, aún es urgente restaurarlos y protegerlos.
El informe ‘Los manglares del mundo, 2000–2020′ muestra que, si bien se perdieron 677 mil hectáreas en ese período, también se ganaron cerca de 393 mil, lo que demuestra su capacidad de recuperación si se dan las condiciones adecuadas.
Por eso, iniciativas como SiembraTech no son solo un proyecto estudiantil, son una contribución concreta a la restauración ambiental desde la educación y la innovación.
Gabriela Mosquera y Jean Pierre Parrales se enfocaron en el diseño y la programación del videojuego, pensado para que niñas y niños comprendan, de manera sencilla y entretenida, la importancia de proteger el medio ambiente. Coinciden en que los hábitos se forman desde la infancia, y que abordar estos temas complejos desde el juego permite que sean más accesibles y significativos para los más pequeños.

Una de las organizaciones que ha estado en contacto con el club y que podría beneficiarse del dispositivo es Ecomangle, una empresa dedicada a la reforestación de estos ecosistemas marinos. “Con esta información, la tasa de supervivencia de las plántulas puede subir del 50 al 75%”, explica Ferney González, el mayor del equipo y el único egresado.
Ferney ya está en segundo semestre de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Autónoma de Occidente, pero sigue vinculado al club de robótica para culminar este proceso.
“Yo fui parte del equipo que ganó en Bogotá y todavía estaba registrado. Entonces decidí seguir, aunque ahora tenga que repartir mi tiempo entre la universidad y el equipo. A veces vengo en moto después de clases, o me escapo de una clase si puedo”, dice entre risas.
Todos en el grupo lo llaman ‘El capi’, no solo por su trayectoria, sino por su liderazgo. “Yo le he entregado todo a esto. Todo el corazón y todo el esfuerzo”, dice con orgullo.
Ese mismo compromiso es el que han cultivado los profesores que los acompañan. Jacqueline López, docente del área técnica, lidera el proceso con una estrategia clara: asignar los roles según las aptitudes de cada niño o niña. “Aquí hay chicos más hábiles en diseño, otros en programación o en trabajo en equipo. Y la idea es potenciar lo que cada uno tiene para que se integren y aprendan colaborativamente”, explica.
Uno de esos talentos es el de César Andrés Duque, también docente técnico, quien durante tres años ha formado a estos jóvenes en diseño y modelado por computador, electrónica y lógica de programación. “Este tipo de experiencias les abre las puertas a la universidad, los perfila hacia una carrera profesional”, afirma.
Porque sí, Mangleye no es solo un prototipo para concursar. Es una solución real a un problema ambiental urgente. La pérdida acelerada de manglares en Colombia está afectando ecosistemas y comunidades enteras que dependen de ellos. Y estos diez estudiantes, desde un taller escolar de robótica, están proponiendo una alternativa concreta para revertir ese daño.
“El diseño final del submarino fue un reto”, recuerda Samuel. “Primero nos inspiramos en cinco diseños diferentes de sumergibles. Fuimos tomando las mejores partes de cada uno hasta lograr uno con buena maniobrabilidad y que funcionara para lo que necesitábamos. El primero era un tubo de PVC grande”. Con el tiempo, lograron un modelo completamente nuevo, aerodinámico, funcional y ensamblado con piezas impresas en 3D.

Previo al viaje a Houston, Camila reconoció que competir contra equipos de Japón o China imponía respeto. “Pero tenemos mucha confianza en nuestro proyecto”, confesó.
Ella llegó al equipo casi por accidente. En una clase de informática, programó una aplicación, y fue entonces cuando la invitaron a un evento de puertas abiertas del colegio. Ahí le dijeron que entrara, y lo hizo sin pensarlo mucho, luego le fue cogiendo el gusto. Ahora, dos años después, Camila no solo hizo parte de la programación del robot, sino que también fue una de las encargadas de presentar el proyecto en inglés, ya que los jurados no solo evalúan la idea, sino también la forma en que se explica.
En Houston, Texas, compitieron con equipos de más de 100 países, todos ganadores de sus torneos nacionales. La First Lego League World Championship es el evento más importante del mundo en educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para estudiantes de 4 a 16 años. No se trata solo de mostrar un robot funcionando, sino de resolver retos globales con impacto real.
Al cierre de esta edición, la delegación caleña informó, desde Houston, que ganó el premio Motivate, una de las cinco categorías disputadas que celebra el espíritu, la unión y el entusiasmo ejemplar.
Periodista web en elpais.com.co, comunicador social y periodista, con énfasis en reportería para distintas fuentes de información.