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Las aglomeraciones y tumultos son ahora, tras la reapertura económica y social, una potencial fuente de más contagios en una segunda ola. | Foto: José Luis Guzmán / El País

SALUD

Las estrategias de Cali para evitar rebrotes de covid-19

Listas nuevas estrategias para reforzar tareas epidemiológicas y toma de muestras, ante posible nuevo pico de contagios a final de año. Control a la indisciplina social, el mayor desafío.

13 de septiembre de 2020 Por: Alfredo García Sierra / Reportero de El País

Aglomeraciones en numerosos sitios, deportistas aficionados y fiestas donde nadie usa tapabocas, tumultos en el Kilómetro 18 y en plazas de mercado, como Santa Elena, incluyendo las recientes protestas callejeras, configuran el mayor riesgo de un rebrote del Covid-19 en Cali. Ese desorden de comunidades y personas podría echar por la borda los avances logrados para detener la pandemia.

La capital del Valle, que hasta ahora tiene 1.360 fallecimientos y 40.093 contagiados, estaría al frente de una segunda ola del coronavirus hacia principios de octubre y en noviembre si las conductas de la población no mejoran bajo el llamado aislamiento selectivo. Por lo menos así lo estima la propia secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, quien lamenta lo que viene sucediendo.

“Ya estamos bajando del pico de una montaña, y todo dependerá del cuidado de todos, y si la situación sigue como está, en unos días veremos un cambio de comportamiento”.

Y pone de manifiesto que “si la gente no tiene un autocuidado responsable —como el lavado de manos, uso de la mascarilla y guardar el distanciamiento físico—, nos iríamos a un segundo premio de montaña en materia de contagios. Es decir, seguiríamos en una planicie por encima de los 400 casos nuevos diarios”, advierte.

Para tal efecto, las personas deben acatar lo que se ha denominado la estrategia de las tres “C”. Es decir, cero conglomerados, cero recintos cerrados y cero contacto personal, como una forma de evitar la enfermedad, pues la pandemia no ha finalizado y se prevé que duraría de seis a doce meses más.

En lo anterior coincide la secretaria de Salud Municipal, Miyerlandi Torres, quien anota que “después de la reapertura de las actividades económicas y la flexibilización de las medidas, en el primer mes aumentaría la velocidad de transmisión, y en el segundo mes habría un mayor el número de casos”.

Destaca que bajo esas proyecciones “hacia finales de octubre y en noviembre será evidente un aumento de los contagios”. De allí, anota, que se hayan adoptado nuevas medidas y estrategias para contener el virus.

Epidemiólogos no son partidarios de nuevos cierres, pero urgen redoblar el autocuidado, en especial durante el fin de año.

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¿Cuáles son esas estrategias? La primera es un refuerzo de toda la pedagogía alrededor del autocuidado y de las campañas para la sensibilización de las comunidades.

Lo segundo es que habrá una mayor presencia de las autoridades sanitarias en los territorios, en centros comerciales, estaciones del MÍO, en plazas de mercado y en los establecimientos de la zona céntrica, para una tarea de acompañamiento y de pedagogía.

De igual manera, esa labor se complementará con seguimientos en los microterritorios, zonas de ladera y de alto riesgo que están identificadas, y posteriormente en las empresas tomando muestras a empleados y operarios bajo acuerdos con las EPS.

“Vamos a visitar las grandes empresas de la ciudad, y con el apoyo de las oficinas de recursos humanos, tomaremos exámenes, no solo en los domicilios, sino en esos conglomerados. Eso nos permitirá aumentar la toma de muestras para tener un panorama más claro sobre el Covid-19”.

La tercera estrategia será la llamada “vigilancia sindrómica” para observar indicadores y casos de pacientes que llegan con enfermedades respiratorias a las instituciones de salud (hospitales, clínicas y centros de salud) para establecer muertes sospechosas.

Hoy, precisamente en virtud de las últimas medidas, el Factor RT o tasa de transmisión del virus en Cali bajó a 0,86, cuando antes superaba el 1,2. Esa tasa local es muy inferior a la de Medellín y Bogotá. Asimismo, el 82% de los enfermos se recuperó, mientras la ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, está en 60%, tras llegar al peligroso tope del 93% en julio.

A pesar de que el número de decesos ha bajado en Cali y el Valle, a unos 20 en promedio por día, los contagios todavía oscilan entre 400 y 500 cada 24 horas.

Vigilancia en sitios críticos

En adelante, bajo el esquema del aislamiento selectivo seguirá la vigilancia especial en las comunas 5, 6, 10, 14 y 15, entre otras.

Habrá, igualmente, énfasis en la vigilancia epidemiológica y en campañas preventivas, en las plazas de mercado, especialmente en Santa Elena, que tras varias semanas de tranquilidad, volvió a registrar aglomeraciones de ventas ambulantes en calles y andenes desde el 1º. de septiembre.

Para tal efecto, la idea es mantener los comités y mesas de trabajo creadas conjuntamente con los comerciantes.

Simultáneamente, continuará la toma de muestras y la operación de un hospital móvil en ese sector, el cual se caracteriza por presentar una gigantesca afluencia de personas y vehículos cada 24 horas, lo cual ameritó su intervención durante las cuarentenas.

Frente al sistema de transporte integrado, MÍO, la Secretaria de Salud aclaró que un estudio no logró demostrar que sea un foco de contagio, a pesar de la cercanía entre los pasajeros.

Según la funcionaria, “el riesgo en el MÍO no va más allá de lo que se piensa mientras las personas utilicen bien el tapabocas, que no conversen, griten o consuman alimentos en los buses, ni en las estaciones”.

Para ello se tienen en cuenta recorridos de las personas que no vayan más allá de los 40 minutos, aunque algunos usuarios afirman que sus viajes duran hasta una hora.

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Y frente a la polémica que surgió en los alrededores (no dentro) de los lugares donde se organizaron los ‘agüa e´lulos’ al observarse a curiosos sin tapabocas ni distanciamiento, e incluso ingiriendo licor, la señora Torres destacó que habrá mayores controles.

Respecto a las rumbas caseras, la jefe de la salud municipal dice que lo recomendable es que no se congreguen más de 50 personas y en apartamentos no más de diez, “ya que al mezclarse parientes y personas de otros lugares, el riesgo de contagios es muy alto”, por lo que es clave el autocuidado individual.

Ese es el gran desafío y los riesgos por el covid que correrán los caleños para los meses finales del año en medio de la reapertura económica y social.

¿Riesgos e inmunidad?

Frente a esos riesgos en Cali, el epidemiólogo de la Universidad del Valle Fernando de la Hoz Restrepo opina que “las personas con enfermedades preexistentes deberían limitar hasta donde sea posible salir a la calle, y en especial a sitios de concentración de personas”.

Considera, asimismo, que reabrir más sectores deberá hacerse con una serie de evaluaciones sobre su impacto, teniendo en cuenta “que Cali lleva seis meses de transmisión del virus, y ahora debe haber un porcentaje de la población que ya debe presentar alguna inmunidad”.

Por esa circunstancia, De la Hoz estima que “un rebrote no sería de la misma magnitud frente a lo sucedido en meses anteriores.

Y agrega: “En el caso de Cali uno podría pensar que más del 40% de toda la población ya debería tener anticuerpos para hacer frente al coronavirus, lo cual de hecho es un impacto muy importante en la no transmisión del virus”.

Al respecto, la también epidemióloga de Univalle Lyda Elena Osorio responde que “existe un alto nivel de incertidumbre debido a que muchas zonas de Cali han estado diferencialmente afectadas. Por ello, es posible la existencia de cierta inmunidad entre algunas comunidades”.

Cárcel y cierres

En el Valle del Cauca, incluyendo a Cali, van más de 50.000 casos y 1.900 decesos.

Para frenar la indisciplina, se han ventilado nuevos cierres e incluso, los concejales Alexandra Hernández y Harvy Mosquera piden castigar con cárcel a quienes no acaten las medidas de bioseguridad, aplicando los Artículos 368 y 369 del Código Penal, y no solo comparendos.

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