Tinto caliente, capuchino, amaretto y café se degusta a lomo de mula en Tuluá

Esto es posible gracias al ingenio de dos vallecaucanos que regresaron a Colombia después de 12 años de trabajar en España, forzados por las condiciones económicas por la que atraviesa ese país.

El delicioso aroma de la bebida nacional lo perciben los tulueños y turistas que pasan por el parque Bolívar de la Villa de Céspedes.Tinto caliente, capuchino, amaretto y café loco, son las especialidades que se pueden degustar mientras se disfruta de la brisa en las tardes al lado del río tutelar.Esto es posible gracias al ingenio de dos vallecaucanos que regresaron a Colombia después de 12 años de trabajar en España, forzados por las condiciones económicas por la que atraviesa ese país.Una vez en su patria, se pusieron a pensar qué se iban a poner a hacer para seguir sosteniendo a sus familias.Fue así, como William Alberto Oliveros y Jael Antonio Ospina, de 40 y 44 años, respectivamente, se idearon una manera atractiva y novedosa de vender tinto en las calles de Tuluá.Una mula, hecha en fibra de vidrio sostiene en su lomo dos grecas, un molino y una tostadora de café.Además, para ambientar el negocio, ellos se caracterizan con su sombrero paisa, carriel y alpargatas.En la mula, que funciona con gas y energía que le suministra una pequeña planta eléctrica, se hace todo el proceso.El café, que lo producen directamente en una finca de Trujillo, se tuesta, se muele y se sirve sin ningún aditamento o mezcla por lo que su sabor y aroma son inigualables.Ha sido tal el éxito de estos hombres que están pensando seriamente en patentar la idea y replicar la mula para establecer “sucursales” en varias ciudades del país.“Creo que esta manera estamos haciendo patria con un proyecto que además rescata una de las tradicionales más bonitas de los colombianos: degustar un delicioso café”, manifestó William Alberto Oliveros.