¿Quién está detrás de los atentados al acueducto que suministra agua a Villagorgona?

De múltiples sabotajes ha sido objeto la infraestructura del Acueducto Regional a través del cual se empezó a llevar agua potable a Villagorgona, en Candelaria, desde Florida.

[[nid:409314;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/04/florida_rechazo_acueducto.jpg;full;{En la Plaza de la Paz, el principal parque de Florida, se han instalado pendones en los que se fijan diversas posiciones sobre el Acueducto Regional. Foto: Elmer Agudelo | PalmiraHoy}]]

Tal como corre el agua por las redes del acueducto regional, oculta y silenciosa sin que nadie se percate de la fuerza que realmente tiene, así mismo flotan en el ambiente las amenazas de un nuevo sabotaje que impediría que el líquido llegue desde Florida a Candelaria. Lea también: Acueducto de Villagorgona está en riesgo tras atentados

Desde 2008, cuando se iniciaron las obras de la primera fase del Acueducto Regional Florida – Pradera – Candelaria, el proyecto ha sido blanco de múltiples  ataques por parte de desconocidos,  sin que a la fecha haya alguna persona detenida o judicializada.

El más reciente atentado se presentó  justo el día en que se  inauguraba  la llegada del agua potable a Villagorgona.

Ese día 6 de marzo, a las 5:00 de la tarde,  y al mismo tiempo que el gobernador Ubeimar Delgado abría el grifo para abastecer a  más de 30.000 usuarios de Villagordona y el corregimiento San Antonio de los Caballeros, en Florida, vándalos lanzaban  quemaban un tramo de tres metros de la tubería de 18 pulgadas del acueducto.

En el sitio, ubicado muy cerca  del Parque Bosque de Florida, la Policía  sorprendió a esa misma hora a un grupo de personas que habría realizado una excavación de casi dos metros para darle mayor efectividad al atentado. Sin embargo, no se reportaron detenidos por los hechos.

Pero un caso similar ya se había presentado diez días antes,  el 24 de febrero, cuando desconocidos destruyeron más de cinco metros de la red que conecta a Florida con Candelaria. 

A este ataque le antecedieron otros como el perpetrado con palos, piedras y bombas incendiarias el  23 de diciembre de 2013 contra la planta de potabilización en el sector de Tayrona, en las afueras de  Florida. La intención, según se evidenció, era destruir el tanque de cuatro mil metros cúbicos que almacena el agua que sale rumbo a Candelaria.  

Humberto Swann, gerente de Acuavalle, advirtió  que  estos sabotajes no solo están afectando a la población de Villagorgona,  sino  también a los mismos floridanos,  ya que el primer corregimiento que la red surte en su recorrido hacia Candelaria es San Antonio de Los Caballeros, en Florida.

Por todo esto,  el Gobernador  fue enfático al afirmar que no es posible que en pleno Siglo XXI se presente este tipo ataques vandálicos, cuando Acuavalle y la Gobernación  han invertido más de $17.000 millones en  infraestructura.  “Como gobernador le estoy entregando el agua a Candelaria , pero no es justo que manos criminales quieran sabotear el agua para Villagorgona”, subrayó el Mandatario,  tras revelar que  muchas veces le tocó ser “drástico y firme” para ordenar los operativos necesarios y lograr llevar el agua hasta Candelaria. Mientras tanto, al igual que el agua la zozobra  corre con fuerza entre el temor y la incertidumbre de muchos  que aún  no descifran  quién está detrás de los constantes sabotajes. “Mientras no judicialicemos a los responsables de estos actos vandálicos,  vamos a seguir en lo mismo y cada 15 o 20 días Acuavalle tendrá que  reparar las redes”, advirtió el alcalde de Candelaria,  John Wilson Rengifo, luego de hacer un vehemente llamado a las autoridades para que protejan la infraestructura pública y se garanticen el derecho al agua. Pero en lo que si parece haber un concenso en las dos poblaciones es que “existen  ciertas fuerzas oscuras” que se resisten a que el líquido llegue a su destino final: Villagorgona. No obstante, para el secretario de Gobierno de Florida, Ramiro Moncada, la situación va más allá,  pues  por el vandalismo en su municipio ocho policías resultaron heridos, se incendió parte de la Alcaldía y hubo ataques contra la casa del Alcalde, una biblioteca y las sedes de Acuavalle y la Casa de la Cultura. Según el Funcionario, las perdidas están por encima de los $500 millones. Pese  a la gravedad de los hechos que se están originando en predios de  Florida,  no fue posible obtener el  pronunciamiento de su alcalde, Tulio González. Entre tanto,  para el Gerente de Acuavalle,  lo que  si está claro es que “la comunidad no es la que se está oponiendo a que se lleve el agua a Candelaria, sino un pequeño grupo que está hostigando en vez de dialogar”. Para Angelmiro Valencia, del cabildo Nasatá, aunque las comunidades indígenas y la población de Florida están al tanto de lo que se está planteando en la Mesa de Trabajo que se creó con Acuavalle para concertar temas como reforestación e inversión en la cuenca del río Frayle,  “existe cierto descontento de un sector en cuanto al  tema del Acueducto Regional”. Efrén Tombé, del Cabildo Nasa Kwes  Kiwi, dejó en claro que aunque se han hecho unos atentados, las comunidades indígenas no tienen nada que ver con eso. “Pensamos que es la  delincuencia común que existe en el pueblo la que está actuando”, Afirmó Tombé.   Un posición muy similar presentó el Secretario de Gobierno al afirmar que “la comunidad no es la que está generando los atentados, pues quienes los ejecutan son  unos diez vándalos.  Por esta misma línea de opinión se fue el alcalde Candelaria quien aseguró  “no pueden ser cinco o diez personas las que estén  perjudicando a toda una población”. 

Las investigaciones Según el coronel William López Castro, comandante del Primer Distrito de Policía con sede en Palmira,  ya se tienen algunos indicios que señalan a algunas personas directamente como los presuntos responsables de los atentados.  Sin embargo, de acuerdo con lo planteado por el Oficial,  se esta esperando integrar bajo una sola Fiscalía los diversos procesos que están relacionado con los atentados contra la redes del Acueducto Regional en el municipio de  Florida.  Una vez se haya agotado este proceso,   se procederá a  emitir las respectivas órdenes de captura contra los presuntos vándalos. Para el oficial, lo cierto que es un tema de vandalismo que tiene una situación social de trasfondo  que cuenta con el apoyo de algunas personas  quienes  no están de acuerdo con el proyecto o que tienen algún tipo de aspiraciones.  “Es un tema muy social, muy de comunidad que no tiene nada que ver con grupos terroristas”, advirtió  el coronel López Castro.