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RÍO CAUCA

Muchos pobladores en el Valle 'rezan' para que el río Cauca no los arrastre

32 municipios del departamento están afectados por la temporada. El País hizo un recorrido por el norte del Valle del Cauca para conocer otras afectaciones.

18 de mayo de 2017 Por: Valentina Echeverry Segura / Especial para El País 

Cultivos de caña, yuca, maracuyá, papaya y limón se ven inundados en ambos lados de la Vía Panorama, un corredor vial del Valle del Cauca. Además se observan viviendas abandonadas, en donde el agua ya sobrepasa las ventanas; o personas descalzas caminando sin ningún aliento, simplemente esperando a que el agua baje y no 'empape' más sus enseres.

Las lluvias no paran en el Departamento y los daños tampoco. En medio de la vía, con destino a La Unión, cae un derrumbe. Solo dos metros aproximadamente tienen los carros para pasar, con el riesgo de que las piedras se vengan encima.

Lea también: Lluvias obligan a suspensión del 90 % de la cosecha de caña de azúcar en el Valle.

El recorrido continúa, dos adultas mayores se atraviesan en la vía. Sonrientes como si nada hubiera pasado. Su vivienda, mientras tanto, sumergida en las aguas. Esto pasa en Caramanta, en el municipio de Bolívar.

Una de ellas, ‘doña Orfa’, quien vive hace 13 años ahí, dice que ella y su familia están hospedados al frente en una casa donde nadie vivía. La comodidad no es la misma, están ‘amontonados’ y pendientes desde las ventanas, que nadie se les vaya a entrar a robarse lo poco o nada que les queda.

Bolívar es solo uno de los 32 municipios que están afectados en todo el Valle. 15 de ellos por desbordamiento del río Cauca y el resto, por deslizamientos de tierra o inundaciones provocadas por las lluvias.
Gloria Amparo, otra ‘víctima’ del invierno, cuenta que la precaución es lo más importante en esta tragedia, pues el agua está tan alta, que a veces no se acuerdan que tan profundo es llegar al suelo. Solo por esto se los puede llevar la corriente aguas abajo.

En La Herradura, corregimiento de Bolívar, el terreno empeora. Al horizonte se observa una vivienda, casi inundada por completo. No hay habitantes. Precisamente porque la pareja que residía ahí, está hospitalizada en el Departamental Tomás Uribe Uribe, en Tuluá. Le diagnosticaron neumonía.

Nubia, quien es mamá de Daniel, uno de los afectados por esta enfermedad, se la pasa afuera en su silla mecedora esperando que su hijo regrese a casa. En su vista solo se refleja desolación. Su paisaje: casas y cultivos inundados por el río.

Antes, Daniel cultivaba maracuyá, yuca, papa y fríjol. Ahora, perdió $9 millones porque todo se le inundó.

Por la emergencia invernal, la Secretaría de Salud Departamental evaluó las condiciones de los albergues en Bolívar y La Unión. En el primer municipio se encontraron 70 familias afectadas por el desbordamiento de los ríos Cauca y Pescador. Diez de ellas están en el albergue ubicado en las instalaciones del coliseo deportivo ‘Henry Vélez’.

En La Unión, hasta el momento, hay 41 familias afectadas. De este total, cuatro permanecen en el albergue de la Defensa Civil, quienes han recibido atención de la brigada médica, sin que se presenten inconvenientes de salud.

Las otras familias viven aún en sus casas. Una de ellas es la de Gustavo Soto, un señor que trabaja con 20 gallos desde hace más de 55 años. Él, en medio de la inundación, intenta que sus animales no se vuelen. Al mismo tiempo, sus hijas preparan sancocho. Pero el traslado de un lugar a otro se les dificulta ya que el lodo se combina con la tierra y el agua, esto hace que las botas se estanquen. Sin embargo, ellas persisten.

Sandra, la mayor, relata que su día a día se basa en esperar. Solamente en eso. Darle tiempo a la naturaleza para que deje de hacer las suyas.
Una casa de 35 metros de ancho por 40 de largo es especial para ellos, pues caben nueve personas sin problema.

El común denominador de las familias de Bolívar y La Unión es que en el 2010, cuando se presentó el Fenómeno de La Niña, fue inclusive peor. El agua tapaba las casas. Para ellos es una ‘bendición’ que esta vez no esté como en aquella ocasión.

Ante la situación, la Secretaría de Salud del Valle recomendó trasladar los cilindros de gas de la cocina, realizar control de mosquitos y retirar los animales domésticos que estén dentro de las carpas.

Hasta el momento, los damnificados cuentan con alimentación, pero se hará la entrega de elementos de aseo para mejorar condiciones higiénicas. Así lo asegura Marcela Navarro, coordinadora de atención de desastres de la Secretaría para la Gestión del Riesgo.

Mientras se entregan estas donaciones, Ponce Cruz, uno de los 5.000 damnificados del Valle del Cauca, seguirá al frente de su casa, esperando que el agua baje, pues el río no le dio tiempo de recoger todas sus cosas.

Y las demás personas, a la espera para continuar cultivando caña, yuca maracuyá, papaya y limón.

Otros afectados

En Jamundí, vereda Mandivá, el agua sigue causando afectaciones. El Comando Aéreo de Combate No. 7 y la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez en Cali, permitieron un sobrevuelo para observar el caudal del río Cauca desde lo alto.

También se reportaron afectaciones en San Pedro, La Cruz, Urbanización Prados y Fátima, como en las veredas Las Palmas, Córcega, Linderos, El Banco, la invasión Esterilla, Quebrada Grande y El Rincón.

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