La señorita Guacarí enseña su figura al natural

Diana Jasmín Figueroa fue 'descubierta' por un preparador de reinas cuando bailaba salsa.

Diana Jasmín Figueroa dice que el preparador de reinas Bernardo Avenia la vio bailando en diciembre pasado, en el Salsódromo de la Feria de Cali, y le ofreció prepararla como modelo. Sin embargo, cuando él vio que estaba lista para ser reina, le confesó que su verdadera intención era inscribirla en Señorita Valle. Y ella aceptó encantada, pero algo sorprendida por la forma en que se convirtió en la representante del municipio de Guacarí, aunque en realidad es caucana y vive en Cali desde los 3 años de edad. Conversando con ella sale a flote de inmediato su carisma. No niega que es una de sus fortalezas, al igual que su alegría y su cuerpo armonioso y sin cirugías. También hace énfasis en el color de su piel, pues sueña con ser un motivo de orgullo para los afrodescendientes y ganar este año la corona para ellos.Dice que quiere recompensarle a sus padres todo lo que han hecho por ella, para eso quiere terminar su carrera de comunicación social y consagrarse como una periodista en un noticiero local y posteriormente, en medios internacionales. Ella, que de niña soñaba con ser pintora, policía y azafata, ahora sueña con estar frente a una cámara informando.Ve el reinado, que llegó a su vida como una casualidad, como una experiencia donde puede dar un paso gigante para darse a conocer. Admite que en el modelaje siempre la personalidad debe ser más discreta, en cambio una reina tiene que destacarse. Y la verdad, dice ella, es que le encanta hablar y figurar.Dice que su mayor pasatiempo es bailar, en eso tiene una relación estrecha con los habitantes de Guacarí, municipio que la adoptó en este certamen de belleza. “Me ha gustado la forma en que le he llegado a la gente, a través de la sencillez y la alegría”, afirma.Asegura que contra los comentarios de la gente está blindada. Hay quienes le han dicho de frente que jamás va a ganar la corona. Incluso, ha oído a su paso críticas destructivas que demuestran que la ignorancia del racismo subsiste, como que “todas aguantan, menos la negra”. Ella disipa toda opinión en contra con su alegría y afirma que “si quieren hablar que hablen, que yo les demuestro todo lo contrario”.