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La Asamblea del Valle reprobó este semestre

Durante este año la Gobernación no ha presentado ningún proyecto en las ordinarias. Mientras en el 2009 se presentaron a estudio 30 iniciativas, estos primeros seis meses no dejan mucho para mostrar.

7 de julio de 2010 Por: Redacción de El País

Durante este año la Gobernación no ha presentado ningún proyecto en las ordinarias. Mientras en el 2009 se presentaron a estudio 30 iniciativas, estos primeros seis meses no dejan mucho para mostrar.

Desde hace muchos años la Asamblea del Valle no presentaba unos resultados tan pobres en cuanto a estudio de proyectos como los que arroja la primera mitad del presente año.Mientras en el 2008 fueron radicados 43 proyectos, de los cuales 38 se convirtieron en ordenanzas, y en el 2009 se presentaron a estudio 30 iniciativas, 25 de ellas ya elevadas a normas departamentales, estos primeros seis meses no dejan mucho para mostrar.Entre otras cosas porque en este primer semestre la Gobernación del Valle no ha radicado ningún proyecto ante la Secretaría de la Asamblea en sesiones ordinarias. Excepto, dos proyectos en sesiones extraordinarias para hacer aprobar una modificación al presupuesto y una autorización al Gobernador para comprometer vigencias futuras.“Al gobernador Abadía lo único que le ha interesado es el tema de las vigencias futuras porque hay mucho dinero en juego. Es más, nos pidió en el primer período no llamar a ninguno de sus secretarios a debates de control político porque no estaban preparados y que desde San Francisco nos avisaban cuando estuvieran listos”, dijo un diputado que pidió no ser identificado.La mejor radiografía de lo que ocurre en la Duma quedó plasmada esta semana en las palabras del diputado Norberto Tascón, quien en plenaria dijo no merecer “el salario de junio por lo poco que se ha logrado en este segundo período”.“La Asamblea ha hecho, pero tenemos un condicionante y es que en gran medida la labor nuestra depende de la actividad de la Gobernación”, dijo Tascón. Al destacar, no obstante, que ha sido positivo el balance en cuanto a debates de control político, el diputado Antonio Ospina explicó que son muy limitadas las posibilidades que tienen los asambleístas de presentar ordenanzas. Pese a ello, los diputados han presentado por iniciativa propia seis proyectos, de los cuales sólo uno se convirtió en ordenanza, dos más han sido devueltos y tres están en estudio.Un bajo perfilPara el analista Óscar Duque es muy triste el papel de la Gobernación del Valle y el de la Asamblea. “Si hay algo que sobra en este país son las gobernaciones y las asambleas porque la Constitución del 91 las dejó sin poder, como elementos decorativos, y les dio a los municipios autonomías muy fuertes”.El pecado de los diputados, reconocen algunos de ellos, “es la permisividad al aceptar excusa tras excusa de los funcionarios que se niegan a asistir a los debates de control político”.“El problema es que la supervivencia de la Asamblea depende de la plata que le mande la Gobernación”, indicó Duque.Mauricio Martínez, ex presidente de la Asamblea, explicó que parte de la baja productividad en la corporación obedece a que este año hubo elecciones del Congreso y presidenciales.“También la problemática que se presentó con el señor Gobernador fue un tropiezo para que en este semestre no hubiera mayor cantidad de proyectos en la Asamblea”, indicó Martínez.El diputado Mario Germán Fernández de Soto señaló que ha habido un análisis muy profundo de cada uno de los proyectos de ordenanzas que estudiaron.“Esperamos al término del presente período poder mostrar la consolidación de las ordenanzas, concertadas con el Gobierno, de tal manera que las disposiciones aprobadas sean asignadas al presupuesto y llegar a la comunidad con obras y servicios concretos”, dijo.Datos clavesEn la agenda de la Duma figuran como pendientes por realizar ocho debates de control político. Entre ellos están citados los secretarios de Hacienda, Gobierno, Planeación, Educación y secretarías de algunos municipios.La Moción de Censura y la Moción de Observación son dos herramientas que tienen los diputados contra los funcionarios que no asisten a los debates de control político.

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