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En el Pacífico colombiano se consume pescado importado

Es más barato comprarlo que salir a buscarlo al mar. La industria pesquera cuenta con 20 barcos activos. Hace una década había 350, dice el gremio que los agrupa. Radiografía.

25 de agosto de 2011 Por: Adonai Cárdenas I Redacción El País - Buenaventura

Es más barato comprarlo que salir a buscarlo al mar. La industria pesquera cuenta con 20 barcos activos. Hace una década había 350, dice el gremio que los agrupa. Radiografía.

Quién lo creyera, el Pacífico, considerado el paso que abrirá la puerta comercial hacia el mundo asiático y al que los empresarios le apuntan como el polo principal de los negocios, no produce pescado. Buena parte se importa.Quién lo creyera, una zona con un alto potencial en flora y fauna y con más de 1.300 kilómetros de costa, pero casi desaprovechados. Quién lo creyera, pero la industria pesquera prácticamente no existe. Sólo 20 barcos de los 80 que están matriculados en la Asociación Colombiana de Industriales y Armadores Pesqueros (Acodiarpe) permanecen activos. Hace una década había 350 embarcaciones, sostiene Judith Segura, vocera del gremio.Quién lo creyera, pero once años atrás la industria pesquera generaba 80.000 puestos de trabajo en el corredor costero entre Tumaco (Nariño) y Juradó (Chocó). Hoy, apenas le da empleo a 8.000 personas, el 50% de ellas están localizadas en el Buenaventura y su zona de influencia.En pocas palabras, los que salen a pescar lo hacen por su propia cuenta, en canoas, y de manera artesanal. “Ya no es negocio y por ello resulta más económico comprar pescado importado, el que llega de Argentina o de Vietnam, que salir a pescarlo”, señala Manuel Bedoya, presidente de la Asociación Nacional de Pescadores Artesanales, quien sin hacer ‘escama’ afirma que el sector se encuentra en su peor momento, al borde de la muerte.Hoy no es negocio pescar porque para producir una libra de pescado se deben invertir $2.800 (representados en anzuelos, mallas y combustible), pero no se puede vender por encima de los $2.000 en razón a que en ese valor se consigue el importado, añade Bedoya.Pero además, hay que tener en cuenta los altos costos del combustible y de la importación de insumos para la pesca. El galón de acpm o diesel no baja de $7.599, mientras que el de corriente se consigue por $8.626.Año tras año, la pesca en el Pacífico se fue sumergiendo hasta tocar fondo. Bedoya tiene su propia explicación a ese fenómeno. El Gobierno y el sector privado descuidaron la región y por ende el sector. Desaparecieron las acciones y las gestiones en favor de una industria que abastecía al centro y oriente del país, pero hoy no existe una política pesquera. La realidad es que unos pocos pescadores salen hoy a sus faenas dos veces a la semana. Otros dejan amarrados sus barcos en los puertos del litoral.InseguridadQuién lo creyera, pero en altamar existen peligros que pueden ser mayores a los de tierra firme. Los piratas roban de todo, motores, plata y por supuesto, el producido de los pescadores que se arriesgan a salir en busca del sustento diario. Hoy por hoy, salen a pocas millas de su zona de residencia, pues temen que les arrebaten el motor de su lancha. “Incluso, que también les arrebaten la vida y las arrojen al agua”, comenta Bedoya. Lo aburrido de pescar en la bahía es la contaminación de todo tipo, la cual también se pesca en las redes.El panorama desolador de la industria comenzó a sentirse con dureza cuando desapareció el Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura, Inpa, hace once años. Desde entonces el manejo del sector ha pasado por el Incoder, el ICA y ahora nuevamente el Incoder, instituciones que vienen trabajando en varios proyectos, pero sin el impulso de antes, ni con la visión de generar riqueza, añade el dirigente.La esperanza es lo último que se pierde Tanto el sector industrial como el artesanal guardan sus esperanzas del avance que puede tener la Ley de Pesca que después de algunas modificaciones llegó al Congreso (liderada por la senadora Alexandra Moreno).“Hay que definir una verdadera política pesquera para rescatar un sector que añora hacer parte de una alternativa económica para el Pacífico con sus 1.300 kilómetros de costa”, destaca la vocera de Acodiarpe, quien insiste en que debe existir una entidad con presupuesto que maneje el sector, no como sucede ahora con el Incoder, con oficinas donde no cuentan ni con presupuesto ni personal.El Incoder salió al paso a esa apreciación y respondió que aunque la situación es complicada, se está trabajando en reforzar el acompañamiento institucional al sector pesquero. “Queremos fortalecerlo, pero inicialmente vamos a cuantificar a los pescadores para saber con precisión cuántos hay realmente en el Pacífico”, expresa Miltón Angulo, director de Incoder en Buenaventura.Por ahora se ha avanzado en la carnetización de algunos pescadores mientras se concretan algunos créditos por parte del Ministerio de Agricultura y el Banco Agrario.73 familias, según el Incoder, se están beneficiando en Buenaventura de proyectos con una inversión de más de $450 millones, mientras el sector bancario ha respaldado créditos de más de $250 millones para favorecer a 80 pescadores.En Tumaco se está en ese proceso de fortalecimiento del sector con más de 110 familias favorecidas para desembolsos de más de $500 millones de pesos.En la última semana se nombró como nuevo director nacional de pesca a Carlos Mosquera, designación que se consideró un acierto de Incoder, dado que el nuevo funcionario conoce el sector pesquero del Pacífico por sus vinculaciones anteriores a gremios como Acodiarpe y al mismo Inpa en los tiempos del fallecido biólogo Juan Valverde, quién es un referente de los mejores momentos que ha vivido el sector.Pero más allá de los cargos, el Pacífico reclama atención en este frente, el pesquero, el que movió casi cien mil empleos y contribuyó a la exportación de pescado y camarón hace más de una década a través de la principal empresa que tenía el puerto en su género, Copescol, de la cual sólo quedan recuerdos.

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