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Dramas ocultos tras el atentado contra la torre de energía en San Pedro, Valle

Urgencia manifiesta, declaró el mandatario local, con la que podrá hacer los traslados presupuestales para reconstruir las tres casas averiadas por la conflagración y hacer mejoramientos en otras viviendas del sector.

17 de octubre de 2012 Por: Redacción El País, Tuluá.

Urgencia manifiesta, declaró el mandatario local, con la que podrá hacer los traslados presupuestales para reconstruir las tres casas averiadas por la conflagración y hacer mejoramientos en otras viviendas del sector.

Tras el atentado de este martes en la noche en el municipio de San Pedro en el centro del Valle del Cauca, las autoridades declararon la urgencia manifiesta, para afrontar la emergencia y poder atender a las familias que resultaron damnificadas por la explosión.Así lo declaró el alcalde de San Pedro, Álvaro Rebolledo Tascón, quien dijo que a través de esta figura jurídica, podrá hacer los traslados presupuestales para reconstruir las tres casas averiadas por la conflagración y hacer mejoramientos en otras viviendas del sector al igual que para comprar utensilios que se perdieron en la emergencia.“Estoy esperando que la Defensa Civil y el Clopad tengan listo el censo de las personas afectadas para determinar cómo se les va a ayudar a estas personas”, indicó el Mandatario local. Por su parte, José Rogelio Bonilla, coordinador del Consejo Municipal para la Gestión del Riesgo del municipio de San Pedro, indicó que 80 familias, que tienen sus viviendas en la margen izquierda de la quebrada La Artieta, tuvieron que ser evacuadas el día de la emergencia por el riesgo de que se presentara una nueva explosión. De acuerdo con el señor Bonilla, 16 personas pasaron la noche en el Parque Recreacional, otro tanto en el aula máxima de la Escuela Uribe y los demás en casas de amigos y familiares. “Una vez se controló la situación, estas personas volvieron a sus casas”, indicó el funcionario. A su turno, el gerente del Hospital Ulpiano Tascón, Fabio Villareal Ramírez, dijo que en ese centro asistencial se atendieron 17 personas, entre ellas, un niño de nueve años, que ya fueron dadas de alta, pues acudieron por problemas respiratorios, por inhalar gases tóxicos, hipertensión y crisis nerviosa. “Los más graves, que presentaban quemaduras de tercer grado se remitieron al Hospital San José de Buga y de ahí fueron trasladados al pabellón de quemados del Hospital Universitario, en Cali”, indicó el médico Villareal. Entre tanto, Gabriel Gallón, jefe de prensa de la empresa Interconexión Eléctrica SA, ISA, dijo que el Ejército ya autorizó el ingreso de una cuadrilla de trabajadores al sitio en donde fue derribada la torre de 230.000 voltios. “Una vez se evalué los daños se procederá a hacer las reparaciones de la estructura que se podrían demorar unos cuatros día en promedio”, indicó el señor Gallón.Entre tanto, el comandante del Batallón Palacé de Buga, teniente coronel, Marco Antonio Castillo Velasco, atribuyó el atentado a las milicias de la columna móvil Alirio Torres de las Farc, que actúan en el centro del departamento. “Más que hacerle daño a la infraestructura eléctrica y al poliducto, es condenable que estos individuos quieran causarle daño, heridas y lesiones a la población civil”, indicó el coronel Castillo, quien dijo que la población puede estar tranquila que sus tropas garantizan su presencia en la región.Otros afectadosCarlos Andrés Pérez Ramírez, un ebanista de 26 años, quien fue uno de afectados con el atentado por poco pierde la vida bajo el fuego, por salvar un par de niños que se encontraban cerca de la quebrada La Artieta. “Yo le dije a mi esposa que saliera de la casa con el niño pequeño hacia el parque, porque el olor a gasolina era muy fuerte y esto se estaba poniendo peligroso”, dijo Pérez quien hoy se repone de las quemaduras de segundo grado que sufrió en sus brazos, en el cuello y en la espalda. Carlos Andrés es una de las tres personas que fueron alcanzadas por la llamas tras el “fogonazo” que se extendió a lo largo de la quebrada en sentido contrario a su cauce. Las otras víctimas están recluidas en Cali, en una clínica y su pronóstico es reservado, pues presentan quemaduras de tercer grado en el 80% de sus cuerpos. Otro de los grandes afectados con el atentado de las Farc, fue don Fabio Hernández Román, quien perdió su casa, que con tanto esfuerzo había construido a orillas de la quebrada. Él, al igual que tres familias más ubicadas en ese sector, esperan que el Estado, a través del Departamento para la Prosperidad Social, les de la mano para recuperar sus viviendas que quedaron muy averiadas. “Milagrosamente salvamos nuestras vidas, porque ese incendio, que se registró de un momento a otro, acabó con la ropa y todos nuestros enseres”, manifestó uno de los damnificados. Hasta ahora nadie sabe con exactitud que produjo la conflagración sobre el combustible derramado en la quebrada. “Lo que se ha establecido es que el combustible hizo contacto con un punto caliente a la altura del sitio conocido como Guayabal”, manifestó el ingeniero, Jaime Sarmiento, jefe de Poliductos de Ecopetrol. Según el funcionario, en la acción terrorista se perdieron aproximadamente 25.000 barriles de gasolina motor. Sin embargo, Sarmiento advirtió que a pesar de las pérdidas económicas, de la contaminación del afluente y del daño ambiental que produjo el derrame de gasolina, el suministro de combustible en el Valle del Cauca no se verá afectado por este problema.

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