Continúan desacuerdos por dragado en el Puerto de Buenaventura

Navieras dicen que dos semanas después de terminado el proceso no se ha informado sobre la profundidad.

Navieros y pilotos prácticos mostraron su inconformidad por los resultados del dragado debido a que no se conoce cuál es la profundidad en que quedó el canal de acceso al Puerto.A pesar que los trabajos de la draga Filippo Brunelleshi, encargada del mantenimiento del canal, concluyeron el pasado 29 de febrero, este es el momento en que oficialmente no se ha dado a conocer cuál es la profundidad con la cual quedó el canal navegable.“Nosotros acudimos a este llamado en el que nos iban a informar supuestamente cómo había quedado, pero nos encontramos que no se tiene ese dato y esto nos perjudica, pues no podemos programar el arribo o zarpe de un barco con toda precisión”, dijo el ingeniero Gilberto Asprilla, gerente de Spilbun, la empresa de pilotaje.Invías, a través de la Fundación de la Universidad del Valle, contratista de los trabajos, había hecho esa convocatoria en la Cámara de Comercio, pero en la reunión con los voceros de la actividad portuaria no se pudo brindar esa información, lo que despertó el enojo de los asistentes.Jaime Rojas de la entidad universitaria alegó que no podía entregar esa cifra de manera oficial porque se debía cumplir con un protocolo de informar primero a Invías, que debe pasar la información a la Capitanía de Puertos.“Ojala en unos 15 días los podamos dar a conocer, pero extraoficialmente podemos decir que el canal quedó en 10 metros de profundidad en la bahía externa, una mejora notable, pues estaba en muchos tramos en 8,50 metros”, dijo Rojas.Otro tema que generó polémica es el costo real de las obras que inicialmente Invías los había presupuestado en $8.400 millones, pero resultó que costó menos.La firma belga Jan de Nul, propietaria de la draga, cobró $5.200 millones.“El costo total sumado a los gastos de interventoría y gerencia de la misma fueron de $7.500 millones, un saldo a favor de la Nación, la mayoría de los proyectos siempre cuestan más, pero en este caso costó menos”, precisó Rojas.Por su parte, voceros de las comunidades negras asentadas en la zona de influencia del canal pidieron que esos dineros que sobraron los destinen a indemnizar a las comunidades pesqueras, pues alegan que después del dragado la pesca ha desaparecido. “Solo pescan chuspas de plástico y barro, el dragado si hizo daño”, dijo Judith Segura, dirigente gremial.