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Cierre de hospitales públicos, primer efecto de cambios en la salud

En el Valle hay 23 centros asistenciales en riesgo. El déficit supera los $332.000 millones. Hay nerviosismo.

20 de noviembre de 2013 Por: Luiyith Melo García | Reportero de El País

En el Valle hay 23 centros asistenciales en riesgo. El déficit supera los $332.000 millones. Hay nerviosismo.

La liquidación de dos de los principales hospitales públicos en el Valle, dentro de la reestructuración del sistema regional de salud, está generando un verdadero ‘infarto’ en esos servicios. El 31 de octubre pasado se determinó la liquidación del hospital San Vicente de Paúl, de Palmira, que tiene un déficit superior a los $59.000 millones, y el 1 de noviembre se intervino el Departamental de Buenaventura, con pasivos que suman $31.538 millones, lo cual los hacía inviables según el Gobierno.En Colombia hay 540 hospitales calificados en riesgo medio y alto, de los cuales 23 están en el Valle del Cauca, entre ellos los dos intervenidos. También están en riesgo el Hospital Universitario del Valle y el Isaías Duarte Cancino, de Cali. Los hospitales de Cartago, Roldanillo, Bugalagrande y Zarzal, entre otros, tampoco se salvan de esta crítica situación.El déficit que acumulan los centros asistenciales del Valle supera los $332.000 millones, resultado de manejos administrativos deficientes, servicios no pagados y una cartera morosa elevada y glosada (rechazada) por las EPS que contratan los servicios para sus usuarios.En el horizonte no aparece una solución económica para superar el déficit. Según la Secretaría de Salud del Valle, el costo de saneamiento fiscal y financiero de los 23 centros asistenciales sería de $203.889 millones entre los años 2013 y 2016.Por esa razón el Departamento emprendió una reestructuración del sistema de salud del Valle, lo que implica liquidar y fusionar centros asistenciales y dividir el Valle en seis regiones a fin de conformar redes que integren servicios de salud.De esta manera, la atención de segundo nivel se prestaría en hospitales de Cali, Palmira, Buga, Tuluá, Cartago y Buenaventura, alrededor de los cuales se integrarían en red los municipios vecinos.El problema es que los hospitales referentes de estas ciudades presentan los mayores problemas financieros y administrativos y es necesario sanearlos. En Cali, el epicentro seguirá siendo el Hospital Universitario del Valle que, pese a sus problemas económicos, tiene la capacidad institucional y operativa para salir adelante. Se ha planteado que el hospital Isaías Duarte Cancino, cuyo déficit supera los $14.000 millones, sea un hospital alterno para la zona suroccidental del Valle.Dentro de la reestructuración al sistema regional de salud, se determinó que el intervenido hospital del Puerto dejará de ser Departamental y pasará a ser distrital, dependiente de Buenaventura como distrito que por esa condición tiene ventajas fiscales que le permiten invertir más.Origen de la crisis¿Pero cómo se llegó a la actual crisis hospitalaria? Raúl Ospina Giraldo, veedor departamental de Salud, sostuvo que los hospitales se quebraron “porque no se han sabido administrar, porque los politiqueros han hecho clientelismo y generado corrupción; de allí han sacado la plata para las campañas y allí han colocado a sus amigos”, afirma.“Por eso -agrega- los hospitales tenían más gente en la parte administrativa que en la misional para la atención en salud y no hay hospital ni empresa alguna que aguante eso”.María Eugenia Mañusca y María Jesús Pino, líderes sindicales del San Vicente de Paúl, sostienen que hay una campaña orquestada para entregar a los privados los hospitales públicos, así como ocurrió con las EPS privadas. De hecho, ya se los ofrecieron a las cajas de compensación.En el caso del San Vicente de Paúl, su operación la asumirá el hospital Raúl Orejuela Bueno, pero se van a tercerizar con privados cinco servicios de mediana complejidad que prestaba el hospital público. Ellos son: pediatría, medicina interna, ginecobstetricia, traumatología y ortopedia, y cirugía y anestesia. Veedores y empleados dicen que hay una IPS que se llama Endosalud, que antes era una Cooperativa Asociativa de Trabajo (CTA), luego fue una SAS y ahora pasó a ser IPS, la cual va a asumir los servicios del hospital. Los voceros sostienen que detrás de esa movida habría políticos interesados en quedarse con la nueva contratación del hospital, y que serían los mismos responsables del colapso de la entidad. Para ello ha contado con tentáculos en la Superintendencia de Salud y en el ente liquidador. La diferencia es que ahora contratarían con nueva razón social.Un modelo discutidoPor su parte, la Asociación de Hospitales del Valle, Asohosval, formuló reparos al modelo propuesto por el Departamento. “Funcionar en redes no es solo distribuir geográficamente los hospitales y los usuarios, eso va más allá y debe tener otros contenidos”, aseguró Luz Deiby Jiménez, directora ejecutiva de Asohosval.En su criterio, si tuviéramos una Secretaría más fuerte en el flujo de los recursos la situación sería otra, porque “el problema del sistema no es que no haya recursos, porque los hay, el problema es que los recursos no llegan a los prestadores de los servicios donde está el usuario”. Por eso el gremio no está de acuerdo con fusiones o liquidaciones, ya que cada municipio debe tener solucionado su tema de salud en su territorio, así tenga pocos habitantes. “No se puede decir que la gente de Vijes vaya a Yumbo a que la atiendan porque hay poca gente en Vijes”, anotó Jiménez.Analistas sostienen que nuestro sistema está basado en enfermedades y si un hospital factura mucha atención a enfermos tiene más recursos. Pero si lo que se hace son actividades de promoción y prevención, no se les paga.De esta manera, se privilegia el manejo de la enfermedad y no la garantía de la salud que es una de las fallas estructurales del sistema, advierten.Para Fernando Gutiérrez, secretario de Salud del Valle, la actual transformación implica la aplicación de un enfoque de red de servicios para fortalecer las regiones y hacer más eficientes los servicios. “Contamos con 56 Empresas Sociales del Estado, la mayoría de baja complejidad, 11 de mediana y el Hospital Universitario del Valle único de alta complejidad, un sistema que queremos integrar para que haya comunicación permanente y armónica”, dijo el funcionario. De cualquier forma, en medio de la tensión que ha generado en trabajadores, pacientes y en los servicios médicos, el cambio en el sistema regional de salud pública está en marcha. Y vendrán más fusiones y liquidaciones.Las nuevas redesLas nuevas Empresas sociales del Estado, ESE, en el Valle se integrarán en seis regiones geográficas, a saber: Norte - Cartago; Centro - Tuluá; Centro - Buga; Suroriente - Palmira; Suroccidente - Cali y Litoral Pacífico – Buenaventura.Estas redes tendrán una institución principal de mediana complejidad como referente y se mantendrán algunos hospitales de primer nivel en municipios donde sean viables.El propósito del nuevo modelo es fortalecer la capacidad de negociación con proveedores y optimizar el uso de recursos para atender mejor a los usuarios.Garantizan servicios:La  liquidación del hospital de Buenaventura no implicará el cierre de los servicios. Las obligaciones que deja serán asumidas por la Nación, dijo el secretario de Salud del Valle, Fernando Gutiérrez. En el caso del San Vicente de Paúl de Palmira, el manejo lo hará el Raúl Orejuela Bueno. Aunque el Gobierno dijo que tampoco se afectarán los servicios, los pacientes que requieren cirugías de mediana complejidad están siendo remitidos a Cali.

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