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Cartago, en el norte del Valle, sitiada por las basuras y el ruido

Las autoridades de Cartago identificaron los factores que impactan negativamente la ecología de la ciudad. La solución definitiva estaría en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, POT. Mientras tanto, piden que se aplique el comparendo ambiental.

13 de junio de 2013 Por: Redacción de CartagoHoy

Las autoridades de Cartago identificaron los factores que impactan negativamente la ecología de la ciudad. La solución definitiva estaría en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, POT. Mientras tanto, piden que se aplique el comparendo ambiental.

Caminar por las calles de Cartago puede ser un verdadero problema por cuenta del ruido que ocasionan las cornetas, los pitos de los carros y los equipos de sonido.También por las basuras y los escombros apilados en los andenes en la ciudad, sin mencionar los fuertes olores que se desprenden de muchos desechos. Diego Castro Díaz, técnico operativo de la Subdirección de Medio Ambiente del Municipio, señala que en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, que se adelanta actualmente, se definirán aspectos como la escombrera municipal, la adecuación de un relleno sanitario regional y las zonas de uso comercial, lo que permitirá combatir los mayores generadores de contaminación en Cartago. El primer lugarDe acuerdo con el funcionario, el principal atentado contra el medio ambiente lo constituyen los residuos sólidos. En el 2004, la Administración Municipal elaboró el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, Pgirs, y llegó la empresa Cartagüeña de Aseo Total.Sin embargo, un año después el relleno sanitario de la localidad fue cerrado, lo que generó dificultades para la recolección y el manejo de las basuras, porque desde entonces la disposición final se hace en Pereira, en el relleno regional La Glorita.“Desde ese año Cartago ha venido ajustando la política de residuos sólidos, pero debido a la crisis política de los últimos años, cuando hemos tenido tantos alcaldes, ese plan no ha surtido efectos importantes por la falta de financiación”, explicó Castro Díaz.A ello se suma la falta de cultura ciudadana, como lo reconocen los cartagüeños ‘de a pie’, quienes sostienen que sitios como el separador de la Carrera Séptima y los lotes baldíos y los andenes de los barrios terminan convertidos en verdaderos basureros, porque los habitantes de la Villa de Robledo no esperan que pase el carro recolector.Lubián Londoño, miembro de la Fundación de Recuperadores Ambientales del Norte, suma la mala disposición de los lixiviados, que muchas veces caen de los carros recolectores y quedan regados por las calles de la ciudad.“Por esto interpusimos varias demandas en el pasado, sin resultados positivos”, recordó.Emcombrera, una urgenciaOtro de los problemas medio ambientales de Cartago está relacionado con la ausencia de una escombrera oficial, razón por la cual estos los residuos de materiales de construcción son dispuestos en las riberas de ríos, quebradas y zanjones.El Técnico Operativo de la Subdirección de Medio Ambiente recordó que una vez se clausuró el depósito oficial, se ubicaron varios lotes como potenciales escombreras, pero que estos fueron colapsados por los desechos producidos con motivo de la adecuación de la doble calzada Pereira–La Victoria.El patrullero Gabriel Suescún, coordinador del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía, destaca que el punto más crítico en este sentido es el río La Vieja: “Por ello ya se han aplicado varios comparendos ambientales”.Para José Guillermo López, profesional de la Dirección Norte de la Corporación Autónoma del Valle, CVC, la problemática también afecta especialmente a la madrevieja La Zapata, la zona de Argos y la variante.Allí muchos cartagüeños depositan los escombros, “pero es muy difícil identificar quiénes son para aplicar las sanciones que determina la ley”, argumentó el funcionario.Rumbo a la sorderaPero el impacto ambiental también se oye. Harold Sánchez, profesional de la Dar Norte de la CVC, señala que el ruido tiene un impacto negativo en los sectores de la Clínica del Norte, Santa Ana, San Jerónimo y la Calle 14.Según él, el problema radica en que los establecimientos en los que se vende y se consume licor no están adecuados locativamente para controlar el ruido, así como el malestar que generan algunos cultos religiosos y la publicidad externa.El último mapa de ruido se elaboró en el 2010 y dio pie para el cierre de varios establecimientos por exceder los decibeles permitidos, que son 60 en las noches y 70 en el día, en promedio. “En el municipio hay un incumplimiento del 90 % de la norma nacional”, precisó el funcionario antes de anotar que este año se han abierto seis procesos por alto nivel de ruido, dos de ellos originados por aires acondicionados.Calidad del aireSi bien en la Villa de Robledo hay poca presencia de industrias, los tejares y las ladrilleras que no tienen producción tecnificada se han convertido en la principal amenaza para la calidad del aire. Asimismo, la desmedida presencia de automotores que, según el Instituto de Tránsito Municipal, superan las 40.000 motocicletas y los 20.000 vehículos.El patrullero Gabriel Suescún señaló que esta semana se hará una inspección a los tejares, ya que muchos hacen quemas en las noches. Por otra parte, funcionarios de la Administración Municipal reconocen que varios de estos sitios están localizados en la zona urbana, pese a que la norma lo prohíbe.Así, las expectativas están centradas en la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, que el Gobierno local podrá adelantar a lo largo de este año, y en los recursos que se asignen a los proyectos planteados en la Villa de Robledo.

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