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Así será la 'resucitada' Hacienda Cañas Gordas

Desde hace tres años la Hacienda aguarda por una intervención definitiva. En 2015 se iniciarían obras, según anunció el Ministerio de Cultura.

19 de octubre de 2014 Por: Diana Carolina Ruiz Girón | Reportera de El País

Desde hace tres años la Hacienda aguarda por una intervención definitiva. En 2015 se iniciarían obras, según anunció el Ministerio de Cultura.

Tapar las goteras para que la lluvia no dañe la madera vieja de los techos. Cortar el prado a tiempo. Vigilar que nadie se meta a la hacienda a robarse las vacas. Cerciorarse de que quien entre a visitar la casona o el trapiche camine con cuidado y que siempre lo haga bajo su responsabilidad.En esas tareas se resume lo que durante los últimos tres años ha hecho Einer Girón, campesino caucano de 25 años, al que le encomendaron la tarea de cuidar la Hacienda Cañasgordas. Son 36 meses los que han pasado frente a sus ojos viendo cómo su arquitectura, que todavía guarda secretos del siglo XVIII, se mantiene en pie de milagro.Porque el sol y el agua no perdonan. Son 156 semanas en las que su estructura ha pagado las consecuencias de una larga tramitología de estudios, análisis, aprobaciones de documentos y presupuestos. Hoy, se estima que el 70 % del trapiche, donde alguna vez se produjeron mieles y panelas para surtir a la región, se derrumbó. La más afortunada ha sido la casona. Fue allí donde en el 2011 se cumplió la última restauración hecha a este patrimonio cultural. En ese entonces, la fachada del primer piso y las grietas del segundo fueron revestidas con una mezcla de boñiga y cal, levantaron los pisos de piedra para reforzarlos con cemento e icopor, le cambiaron parte de las tejas y algunos pedazos de madera deteriorada al techo. También le instalaron unas gigantes e invasivas estructuras metálicas blancas para que los temblores no pudieran derribarla. Por cumplir con la norma sismorresistente, dice Ricardo Hincapie, director del Centro de Investigación, Territorio, Construcción y Espacio, Citce, de la Universidad del Valle, le robaron espacio y armonía a la casona colonial. “Hasta los años 90, la Hacienda estaba en perfectas condiciones. El proceso para la restauración ha sido muy lento y, por ser monumento nacional, no podemos hacerle nada distinto a protegerla, para eso pusimos vigilante (a Einer). Se necesitaceleridad”, indicó Juan Armando Ulloa, presidente encargado de la Fundación Cañasgordas y representante de la Familia Velasco, dueña del inmueble.Manos a la obra Pasados 1095 días en los que la Hacienda no recibió nada más que los cuidados de Einer, parece revivir la esperanza de que renazca. El Ministerio de Cultura anunció que en abril de 2015 iniciaría la restauración definitiva de la casona y la recuperación completa del trapiche.Como se recordará, en octubre del 2010 un fallo del Consejo de Estado ordenó al Ministerio, la Gobernación del Valle y la Alcaldía de Cali restaurar la hacienda. En ese entonces, la sentencia dio seis meses para arrancar trabajos y dos años para terminarlos. Aún está por cumplir la orden judicial.Según voceros de la Dirección de Patrimonio del Ministerio, ya están en marcha los estudios técnicos que dirán cómo se dará su intervención. Parte de estos incluyen la exploración arqueológica alrededor del trapiche, que comenzó el pasado 24 de septiembre. Maira Cuellar, arqueóloga que participa en las labores, explicó que el objetivo es buscar elementos que den cuenta de su funcionamiento y de la historia de la producción de caña en la época. “Durante los primeros 20 días encontramos alrededor del trapiche, desde pisos empedrados hasta elementos prehistóricos como vasijas que se utilizaban en la producción del dulce, herramientas de piedra, losas republicanas. Ahora los estamos analizando en el laboratorio”, explicó la experta. Lo que también se está analizando son los ladrillos y la tierra que sostenían la estructura del trapiche y que se derrumbó por el paso del tiempo. El lugar, explica Cuellar, es ahora una ruina arqueológica y lo que se espera es que esa misma tierra se pueda utilizar para rearmarle el esqueleto.“Sabemos que se están haciendo pruebas para mezclar ese barro con materiales modernos, como fibra de vidrio, para que la estructura se vuelva a levantar garantizando resistencia y manteniendo el material constructivo”, dijo la arqueóloga.En diciembre culminarán las exploraciones, apoyadas por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Icahn. “Hoy el trapiche se encuentra en un estado lamentable, es uno de los episodios más triste que haya pasado en el Valle”, dijo Luis Francisco López, investigador del Grupo de Arqueología del Icahn.Lo que vieneOtro de los avances que beneficiarán a la Hacienda es la aprobación este año de su Plan Especial de Manejo y Protección -PEMP-. Se trata del documento que traza la hoja de ruta para convertirla, a mediano y largo plazo, en un complejo turístico y cultural para Cali y el Valle, preservando su calidad de patrimonio nacional. El PEMP define que, una vez se cumpla la restauración, nazca el Museo Hacienda Cañasgordas (que lo conformarán la casona y el trapiche restaurado y las zonas de la capilla, el cementerio y el patio central). Además, que se adapte un jardín botánico histórico, y un centro interactivo, con salones para eventos, salas de cine, librería y café. Se contempla que el hoy moribundo trapiche se convierta en restaurante.Las obras de restauración costarán $4360 millones y que se hagan realidad dependerá de la capacidad presupuestal tanto de Mincultura, como de la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle.“Ya gestionamos $1029 millones por adición presupuestal para este año. Nos preocupa el compromiso que tendrá la Gobernación por su situación financiera”, dijo la secretaria de Cultura de Cali, María Helena Quiñónez.Pero la secretaria de Cultura del Valle, Ana María Jaramillo le responde al Municipio que sí hay plata para el proyecto. “Para esta vigencia, teníamos $308 millones, pero así el Ministerio entregue el estudio en noviembre, no alcanzaremos a ejecutar. El mismo Mincultura nos pidió que busquemos los dineros para el 2015”.Es que el Ministerio de Cultura, que es el que paga los estudios en curso, tramita una adición presupuestal para dicho contrato. La Dirección de Patrimonio confirma que hay tropiezos, pues la exploración arqueológica y su financiación ya “han retrasado la culminación de la consultoría”.“La hacienda está perdiendo tiempo valioso para ser sede de actividades propias para la ciudad, como pasó con la cena que se hizo para la cumbre de presidentes de la Alianza del Pacífico. Se demostró que no necesariamente se necesita la restauración total para que sirva de escenario cultural. El ente gestor (Fundación Cañasgordas) puede, desde ya, buscar permisos e inversionistas para moverla”, aseguró Sandra Becerra, investigadora del Citse de Univalle y coordinadora del PEMP de la Hacienda.Pero dice Juan Armando Ulloa, presidente de la Fundación Cañasgordas, que “se necesita que se termine todo para gestionar los dineros públicos y privados para que funcione. No podemos ir tomando decisiones a la ligera”.Con todo y los retrasos que desde ya se perciben, lo cierto es que entre las partes hay optimismo de que esta vez la Hacienda Cañasgordas se recupere y vuelva a brillar. Einer, el vigilante de la Hacienda, donde hoy vive, espera poder verla bonita, imponente, como la inmortalizó Eustaquio Palacios en su obra literaria.

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