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Acuavalle, una empresa muy poco transparente

Debido al hermetismo de su Gerente, para el Gobierno es una incógnita la verdadera situación de la empresa. En referencia a las dudas surgidas sobre la situación financiera de la empresa aseguró que Acuavalle tiene un incremento de utilidades en el 2009 que se ubicó en $6.500 millones.

12 de septiembre de 2010 Por: Redacción de El País

Debido al hermetismo de su Gerente, para el Gobierno es una incógnita la verdadera situación de la empresa. En referencia a las dudas surgidas sobre la situación financiera de la empresa aseguró que Acuavalle tiene un incremento de utilidades en el 2009 que se ubicó en $6.500 millones.

Los insistentes llamados que formuló Francisco José Lourido, a su llegada a la Gobernación, para que el Gerente de la Sociedad de Acueductos y Alcantarillados del Valle, Acuavalle, le presentara un informe de gestión, sin que recibiera una respuesta, despertaron serios interrogantes que dejaron la empresa en el ojo del huracán.Aunque hay quienes consideraron la actitud del gerente de Acuavalle, Álex Loango, hombre de confianza del ex senador Juan Carlos Martínez, como un acto de rechazo a la destitución de Juan Carlos Abadía, para otros su proceder era tan dudoso como el de quienes trataron de ocultar el déficit financiero del Valle o el desangre del Hospital Psiquiátrico, otrora modelo a nivel nacional y que en los dos últimos años fue llevada al borde del abismo económico. Loango, sin embargo, se pronunció tras su largo silencio y aseguró que no existe una animadversión contra el gobernador Lourido, que “es una percepción errada”, que tampoco es su interés quedar en medio de una confrontación política y que como Gerente de Acuavalle se debe es a la Junta Directiva de la empresa, que por estatutos no hace parte de la estructura de la Gobernación, y no es un subordinado del gobernador de turno. “Para cualquier miembro de una entidad pública descentralizada del orden departamental es un placer que lo inviten a un consejo de gobierno porque uno no es miembro del gabinete. Y para esta administración de Acuavalle ese es un buen escenario porque hay mucho qué mostrar; contrario a la mayoría de entes de la Gobernación, Acuavalle sí tiene unas ejecutorias para exhibir en cada uno de los municipios. Esto no es un tema de caprichos”, dijo Loango.En referencia a las dudas surgidas sobre la situación financiera de la empresa aseguró que Acuavalle tiene un incremento de utilidades en el 2009 que se ubicó en $6.500 millones y aumentó a 146.977 su número de usuarios.Sin embargo, según el cierre fiscal que hizo la Contraloría para el 2009, la empresa registró un resultado fiscal negativo de $37.976.987.422, que no calificó como déficit porque Acuavalle “es una empresa que vende servicios públicos y debe adquirir compromisos y obligaciones para competir en el mercado y garantizar los mismos”.Plan Departamental de AguasPero las diferencias entre la Gobernación y el Gerente de Acuavalle van mucho más allá. Es un problema de confianza. Loango es la persona que impulsó el movimiento de Abadía y no responde al Gobierno en la Junta Directiva de la empresa. De eso es consciente el Gerente, quien dice que el propósito de la actual Administración al convocar una asamblea de socios con urgencia es removerlo del cargo.Es más, el Mandatario le pidió al Secretario Jurídico de la Gobernación que estudiara la posibilidad de decretar la caducidad del contrato de Acuavalle para la estructuración del Plan Departamental de Aguas, por el que ya se han desembolsado importantes recursos y aún no recibía el primer informe.Loango asegura que no sólo se entregaron los informes, sino que han superado con creces las expectativas que se tienen a la luz del convenio y abogó para que se revisen esos informes despojados de toda marca política.“Creo que las declaraciones que ha entregado a algunos medios el señor Gobernador se derivan del desconocimiento del trabajo efectuado. Creo que hemos mandado los informes y aún no se han leído. Pero si debo salir del cargo en la próxima asamblea, me iré con la cabeza en alto porque no fue por una mala gestión, sino por razones de tipo político”, indicó Loango.Tras asegurar que legalmente no existe la manera de quitarle a Acuavalle el contrato del Plan Departamental de Aguas porque tanto la Gobernación como la empresa tienen deberes y obligaciones, el Gerente señaló que “este es un proyecto que de ninguna forma le conviene más al departamento que si lo hace Acuavalle; por los costos, los ahorros generados y el conocimiento de cada uno de los sistemas que tiene la empresa”. Diferencias con el sindicatoTampoco se limitan a la Gobernación los líos a los que debe hacer frente el Gerente de Acuavalle. La llamada oferta 026 del 2010, a través de la cual busca contratar con un inversionista externo la ejecución de su plan de inversiones ha generado tensión en las relaciones entre el Gerente y el sindicato.El colectivo de los trabajadores se acoge a ese mismo buen balance que presenta el Gerente de la empresa para justificar que Acuavalle está en capacidad de contratar de manera directa las obras que requiera sin necesidad de ir a buscar un tercero “al que deberá pagársele intereses muy altos”.Pese a que la licitación por $160.000 millones ya fue declarada desierta a comienzos del mes pasado, Loango insiste en que es la mejor herramienta para la ejecución de las obras. Eso, para el sindicato, llevaría a la empresa a la privatización. “Estamos haciendo la reingeniería, convencidos de que es viable y este proceso está siendo mirado con atención por la Comisión Reguladora de Agua y si es un éxito va a ser replicado por todo el país”, indicó Loango. Margarita López, presidenta del sindicato Sintracuavalle, asegura que se mantendrán firmes en su negativa “porque son muchos los esfuerzos y el compromiso, incluso renegociando el pacto colectivo para mantener pública la empresa y seguiremos de manera seria y responsable afrontando la defensa de Acuavalle público. Lo que hemos buscado es un diálogo social por la empresa y eso lo confunden con que lo queremos cogobernar y eso es falso”.Lo cierto, por ahora, es que la estadía de Loango no se extenderá hasta más allá de la segunda mitad de octubre, cuando se retire para no inhabilitarse en su aspiración a la Gobernación del Valle. Será entonces cuestión de días para que los vallecaucanos sepan si es que la empresa está haciendo agua.

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