Queremos Mundial Femenino de Fútbol, pero ni siquiera tenemos Liga (opinión)

El chiste se cuenta solo: Colombia aspira a ser sede del Mundial Femenino de Fútbol del 2023, pero no tiene liga. Bien lo dijo la propia jugadora Nicole Regnier: “es como querer ser sede de los Olímpicos de Invierno”.

Hoy, la Liga femenina colombiana es incierta. El presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, dice que si encuentra un patrocinador, podrá garantizar que haya campeonato y cuál sería su tiempo de duración. En síntesis, no hay nada. Y, mientras tanto, las jugadoras pasan la mayor parte de la temporada sin competencia, preparándose físicamente por su cuenta y dedicándose a otros oficios. Es decir, cada vez más lejos de lo que debe ser el día a día de una futbolista profesional.

Por fortuna, y gracias a su talento, muchas futbolistas han emigrado a otras ligas donde sí hay seriedad por parte de los directivos para organizar los torneos. Actualmente hay 25 jugadoras profesionales colombianas en ligas de España, Italia, Suiza, Grecia, China, Estados Unidos y Ecuador. Pero, lamentablemente, no todas las jugadoras tienen la misma opción de buscar el exterior para competir.

El discurso del señor Vélez ya es una mala excusa. Fue capaz de gestionar con la casa de apuestas BetPlay el patrocinio de la Liga masculina, pero no incluyó en el mismo paquete a las mujeres. Esa debió ser la gestión de un verdadero ejecutivo que demostrara, de verdad, su interés por la Liga femenina. Pero bien sabemos que al señor Vélez poco o nada le atrae que las mujeres también se dediquen a la pelota, ni como espectáculo, ni, mucho menos, como negocio.

Entonces. ¿cómo es eso que Colombia quiere ser sede del Mundial femenino? ¿Con qué cara y antecedentes podemos pelear esa posibilidad si ni siquiera somos capaces de sostener una Liga doméstica? Que responda Vélez.