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Periódicos, prensa escrita, medios de comunicación. | Foto: Istock / El País

VIRUS

Estudios muestran que el coronavirus no se fija en el papel periódico

Investigaciones aseguran que la transmisión superficial del Covid-19 a través del papel periódico y otras impresiones ha sido descartada.

20 de abril de 2020 Por: Redacción de El País

Entre medidas preventivas, campañas de higiene, aislamiento social y múltiples estrategias implementadas por el Gobierno Nacional, la pandemia causada por el nuevo coronavirus o Covid-19, ha logrado desatar un temor general a todo lo que tocamos, visto así, como un potencial reservorio del mortal virus que ha contagiado a cerca de dos millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la transmisión del virus no se da en algunas superficies, entre ellas el papel periódico.

Gracias a su textura porosa y a los múltiples procesos industriales a los que se ve expuesto, el papel es una superficie segura para el contacto humano en tiempos de crisis sanitaria.

Así lo demostró un estudio de la International News Media Association (INMA), que afirma que el coronavirus dura más en superficies lisas que en las porosas.

“Las primeras investigaciones científicas sobre la transmisión de virus a superficies inanimadas sugieren que las superficies porosas tienen la menor potencia durante el menor período de tiempo”. Concluyendo que los periódicos son aún más estériles debido al uso de múltiples sustancias químicas y al proceso de impresión por el que pasan.

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El informe también destaca un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la UCLA y los científicos de la Universidad de Princeton, que demuestra la estabilidad variable del coronavirus en diferentes superficies lisas.

Según el informe, “la fuerza del virus disminuye rápidamente cuando se expone al aire. Debido a que el virus pierde la mitad de su potencia cada 66 minutos, solo un octavo como infeccioso después de tres horas cuando aterrizó por primera vez en una superficie. Seis horas después, la viabilidad es solo el 2% del original”.

Entre tanto, la bacterióloga y epidemióloga, Maryory Galvis, del Instituto de Genética Médica Carolina Isaza, explica que “lo que sucede con la poca viabilidad del virus sobre una superficie es que su concentración viral inicial cuando dejan el huésped es una, pero al estar expuestos al ambiente y a una temperatura diferente a la de su hospedero, comienzan un proceso de disecación. Todos estos cambios ambientales comienzan a ser nocivos para su supervivencia, así como si se ven expuestos a la luz solar o a la luz ultravioleta, al cabo de unos minutos ya no va a haber partículas virales”.

Si bien el virus puede sobrevivir en superficies como el cartón que, según un estudio publicado por el New England Journal of Medicine, afirma que el coronavirus se mantiene adherido al material durante más de 24 horas, todo lo contrario sucede con el papel, que por ser mucho más poroso que el cartón la convierte en una superficie menos probable para Covid-19.

Lo cierto es que, al ser un proceso en gran medida automatizado, el riesgo que se corre por ser contagiado a través del contacto con estos impresos es nulo, y según la información proporcionada por el INMA nunca ha habido un incidente reportado de Covid -19 transmitido a través de papel de periódico.

No obstante, Ernesto Martínez Buitrago, internista infectólogo del Hospital Universitario del Valle y profesor de la Universidad del Valle, dice que “aunque se desconoce realmente la capacidad que tenga este virus ambiental en causar enfermedad, (es decir que realmente sea infeccioso), sí se convierte en un llamado a la precaución, a entender el riesgo que existe de muchas superficies y elementos contaminados y que no asociamos con una persona sintomática respiratoria. Esta es la razón principal del mensaje que se da a nivel individual para el control de la epidemia: lavarse las manos continuamente, con agua y jabón o usar alcohol glicerinado”.

Así las cosas, algunas casas editoriales que cuentan con sus propias plantas de producción han tomado medidas de bioseguridad extra, tanto para sus empleados, como para su consumidor final, minimizando aún más los riesgos que puedan existir.

La OMS afirma que la probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, al igual que el riesgo por contacto con un objeto expuesto a diferentes condiciones ambientales.

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