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Estos son los trucos para tener buenos pensamientos y salud garantizada

Usted es tan responsable de sus actos como de sus pensamientos. Experta le entrega claves para aplicar en su vida.

28 de enero de 2016 Por: Redacción de El País

Usted es tan responsable de sus actos como de sus pensamientos. Experta le entrega claves para aplicar en su vida.

No es casualidad que cuando una persona se sienta triste también se enferme. No es que los astros se hayan puesto en su contra, es que los pensamientos y las emociones  tienen una fuerte influencia sobre  la salud del cuerpo.   María Clara Villamil, sanadora emocional, dice que las principales razones  de  consulta son personas con problemas con  el enfoque emocional, relaciones inarmónicas, perdidas no aceptadas y desconexión con la alegría interior, con su propia esencia.  ¿Es posible que los pensamientos y el sentir emocional afecten la salud física? Nuestro sentir respecto a los diferentes aspectos de la vida como  las relaciones personales y afectivas, nuestro trabajo o nuestra abundancia o falta de ella,  influye directamente en nuestro cuerpo. Tendemos a pensar que estamos separados,  cuando realmente somos una unidad, cuerpo, mente y  espíritu. Si permitiéramos que nuestro ser más elevado fuera el que inspirara cada uno de nuestros pensamientos y fluyéramos con cada obstáculo eligiendo verlos como una oportunidad de crecimiento, realmente permitiríamos que nuestro cuerpo también fluyera, creando armonía en él y por lo tanto su sanación. ¿Por qué se enferma emocionalmente la gente? Nuestro error más grande es darles poder a nuestros pensamientos negativos. Tenemos tanto poder que podemos crear nuestras propias dolencias tanto físicas como emocionales. El miedo, el rencor, la envidia y el odio nos enferman. El perdón nos sana, La alegría nos nutre, nuestro amor nos empodera, el aceptar nos libera. ¿Cuáles son los síntomas de la  enfermedad emocional? Cualquier síntoma físico, un dolor, una molestia en cualquier parte del cuerpo hasta las enfermedades más complejas tienen estrecha relación con nuestra relación con nosotros mismos y con nuestro entorno. Aquí no podemos desconocer las llamadas enfermedades generacionales, que si lo analizamos desde esta perspectiva no son sino actitudes aprendidas o creencias arraigadas que debemos trascender, transformar y liberar. ¿Cómo se logra la conexión? Tenemos infinidad de centros energéticos en nuestro cuerpo, que actúan como “embudos” recibiendo y transformando la energía que recibimos del exterior. Enfoquémonos en los 7 principales: raíz (genitales), sacro (intestinos, órganos reproductores), plexo solar (parte baja de los pulmones, hígado, páncreas, estomago, bazo), corazón (parte superior de pulmones y corazón), garganta, tercer ojo (cabeza, ojos y oídos) y corona. Podemos decir que son ellos los “intermediarios-mensajeros” entre lo que pasa en nuestras vidas y en el entorno, y nuestro cuerpo físico.Por ejemplo, cuando sentimos revoltura en el estómago al ver a alguien con quien hemos tenido un problema, sentimos  que lo que sucede en el exterior afecta directamente a nuestro cuerpo.  Es allí donde estos centros energéticos responsables de armonizar  empiezan a recibir impactos fuertes de una mezcla entre lo que pasa en nuestro entorno y lo que pensamos de ello, y empiezan a desarmonizarse siendo imposible para ellos equilibrar la zona del cuerpo de la cual son responsables. ¿Cómo ayudar al cuerpo? Con nuestra fuerza del pensamiento; siendo conscientes de su poder creador. Para ellos debemos integrar en nuestro ser la coherencia entre lo que pensamos, hablamos, decidimos y hacemos. Lo más maravilloso de este proceso, que podría parecer lo más difícil, es que en nuestras manos está en un gran porcentaje el trabajo que podemos hacer para que nuestro cuerpo se armonice y al mantenerse así se logre la sanación. Fortalecemos nuestras defensas siendo conscientes de nuestro infinito poder sobre todo lo que sucede en nuestras vidas. Cuando nos hacemos responsables por nuestro sentir, cuando transformamos el dolor en aprendizaje, cuando transformamos el miedo en el más grande amor, cuando reconocemos nuestro poder sobre nosotros mismos y lo que nos rodea. Lise Bourbeau, autora del Libro ‘Obedece a Tu cuerpo’, dice:  “Es posible que la persona haya hecho un trabajo de aceptación o de perdón interior sin ser consciente. Como el ser humano no es consciente en promedio más del 10 % del tiempo, es normal que vivamos bloqueos, emociones, rencores e incluso ira sin tener consciencia de ello. Por lo tanto es posible perdonar o resolver un rencor sin ser conscientes de ello. Si este es el caso la curación será definitiva”. ¿Cómo prevenir estas dolencias? Todo proceso físico es una oportunidad de aprendizaje. Prevenimos cuando nos concientizamos de nuestra responsabilidad amorosa en todos nuestros procesos. Esta  se da cuando somos conscientes de nuestro poder sobre nosotros mismos y nuestro poder para elegir afectarnos por algo o aprender de ello y transformarlo. Entonces asumimos una visión más elevada y nos hacemos participes de nuestra propia sanación. 

Cuando el día termina  El agradecer al finalizar su día es un acto muy poderoso. Decir “Gracias” incluso a esos  momentos tensos e inarmónicos, lleva un mensaje oculto e incluye mucho poder.  Agradecer ilumina el camino, es la consciencia de que todo sucede por un bien superior y es la certeza de que su presencia en esta vida es una bendición y un milagro divino. No se debe olvidar que lo que sucede es una enseñanza, no un castigo. María Clara Villamil es pintora y   trabaja en el sector financiero. Hace 9 años empezó a investigar  y estudiar sobre espiritualidad. Allí -dice- empezó a  evidenciar la presencia de Dios en cada instante y conoció el poder sanador de las manos con Reiki.   Luego vinieron experiencias y practicas en sanación emocional,   pránica, conexión con el poder del alma y  los Ángeles.  “Trabajar tantos años en el sector financiero  y seguir de manera alterna este sendero de ayuda, sanación y arte podría parecer irónico per
 

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