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Senador Juan Diego Gómez | Foto: Colprensa

VÍCTIMAS

¿Y en qué quedan las curules de paz? Dos miradas sobre la puja que quedó en vilo en el Congreso

Mientras que Roy Barreras asegura que las curules de la paz sí serán para las víctimas, el senador Juan Diego Gómez teme a que las mismas lleguen miembros de grupos armados.

3 de diciembre de 2017 Por: Argemiro Piñeros / Colprensa 

Cuenta de cobro de la clase política a las Farc, desconocimiento de las víctimas, lucha de poderes para medir la carrera presidencial... Estas son algunas de las razones que se han escuchado con insistencia en los últimos días en el Congreso de la República para explicar la incertidumbre sobre si están aprobadas o no las 16 circunscripciones de paz, tras el final del llamado ‘fast track’.

Ese acto legislativo, que hasta hace un mes estaba prácticamente en la lista de las normas aprobadas, se fue enredando en su trámite al punto que en su último momento la conciliación en el Senado perdió el respaldo y volvió a reabrir el debate sobre si las curules sí serían para las víctimas del conflicto o para aquellos actores armados ilegales que operan en esas regiones a través del narcotráfico y de las bacrim.

En el Acuerdo de Paz con las Farc se planteó que para dar representación a las víctimas del conflicto armado se crearían esas regiones especiales, las cuales están ubicadas en las zonas en donde más hubo violencia.

Dos de los senadores que estuvieron en medio de este debate fueron el ponente Roy Barreras (Partido de la U) y Juan Diego Gómez (conservador).

El primero la defendió, mientras que el segundo lideró un grupo de congresistas para que la enmienda no pasara. Barreras y Gómez hablaron sobre ese tema e hicieron un balance del ‘fast track’.

“Quieren evitar que las ocho millones de víctimas tengan voz”: Roy Barreras

¿Por qué considera que está viva la reforma constitucional de las circunscripciones de paz?

Por todas las razones constitucionales y legales. La primera, el Acuerdo de Paz fue refrendado por el Congreso y ratificado por la Corte Constitucional, por lo tanto es un referente obligatorio como parámetro constitucional, y en ese Acuerdo están las 16 circunscripciones de paz, esto no es opcional. Además, ese proyecto fue aprobado en todos sus debates y en la plenaria fue aprobado por lo que exige la ley y la Constitución: una mayoría, y la mitad de 99 es 50 y le sobra.

Sé que hay algunos que buscan argumentos fraccionarios y rebuscados, solo innobles, porque todo ese argumento es para evitar que las ocho millones de víctimas tengan voz. Todos los que están intentando decir que las 16 curules no están aprobadas lo hacen para acallar las voces de las víctimas.

¿Pero cómo garantizar que van a llegar 16 víctimas y no otros sectores como paramilitares o narcotraficantes?

Es tan mezquino ese argumento de la bancada del Partido Conservador, que ya veremos a los senadores conservadores y de Cambio Radical recorriendo estas tierras pidiéndoles a las víctimas que voten por ellos. El votico para ellos sí sirve, pero no para las víctimas. Ahí sí no les van a decir que estas zonas están llenas de bacrim, de paras, de narcotraficantes. Ellos sí pretenderán elecciones libres en esas zonas y están con el argumento rebuscado que para las víctimas no hay espacios libres para ejercer. Solo las víctimas podrán inscribirse, no las Farc ni los partidos políticos.

¿Las circunscripciones de paz las podrá limitar el Presidente de la República en su elección si no hay garantías?

Así es, esa es una garantía adicional, se les entregan esas facultades al Gobierno y al Presidente para que si hay un puesto o una zona rural donde evidentemente no pueda hacerse la elección, se suspenda.

¿Satisfecho con lo hecho en el ‘fast track’? ¿Y lo que quedó pendiente, cómo se tramitará?

Ya no puede haber otro periodo del ‘fast track’ y, claro, quedaron cosas pendientes. Las dos más gruesas: el Congreso le falló a la paz cuando no fue capaz de hacer una reforma política que limpiara la democracia y tampoco fue capaz de hacer la reforma a la justicia. Si no las hizo este Congreso, las tendrá que hacer una constituyente en el próximo Gobierno.

En general, quedé satisfecho con el balance del ‘fast track’, porque el único revés que tuvimos fue el de la reforma política, pero lo más importante fue aprobado, que era la JEP y la Ley de Amnistía, y sobre todo las normas que permiten que las víctimas conozcan la verdad y haya una comisión de la verdad.

“No hay certeza de que curules sí van para las víctimas”: Juan Diego Gómez

¿Por qué está hundida la reforma de las circunscripciones de paz?

Aquí hubo una interpretación que ha definido la plenaria y no puede cambiar de la noche a la mañana. El secretario certificó que el proyecto no había alcanzado las mayorías necesarias para convertirse en acto legislativo y así quedó en el acta. Además, ya se habían hecho algunos ajustes al proyecto que, a mi juicio, lo habían viciado.

La explicación de algunos senadores de que el proyecto se había hundido el martes es real, tuvo una reapetura en la que no alcanzó los votos suficientes. Adicional a esto, en el informe de conciliación se incluyeron cambios que no habían sido debatidos en el trámite del proyecto.

¿Por qué el conservatismo cambió de posición al final y no apoyó más el proyecto?

Habíamos planteado dos preocupaciones desde el inicio del proyecto: La primera es que la posibilidad de que los ciudadanos puedan votar doblemente, por la circunscripción especial y por la circunscripción ordinaria, pone en riesgo la claridad del proceso por la ubicación de las zonas y la presencia de grupos armados, de manera que se haría sobre las reglas de ese territorio y de los armados, y se terminaría presionando también a la circunscripción ordinaria.

Lo otro es que en los municipios de estas zonas donde se probara la presencia de grupos armados al margen de la ley, es decir disidentes, milicianos, bandas criminales y narcotráfico, no se aplicaran las circunscripción, que no se realizara la elección allí. Ese proyecto sale del Senado con ese compromiso, que se cambiaría en la Cámara, pero terminaron fue dándole la vuelta.

¿Por qué duda que las víctimas ocuparán esas curules?

La gran duda que tenemos es que no todas las víctimas están asentadas en estos territorios. De los ocho millones de víctimas, la gran mayoría están en las ciudades capitales, porque la situación en esas zonas no se ha resuelto de fondo. Mire lo que sucede en Catatumbo, en Guaviare (acá con la disidencia de las Farc), lo que pasa en zonas rurales de Buenaventura, en Tumaco, territorios que hoy el Estado no ha podido controlar y para nadie es secreto. No hay ninguna certeza de que esas curules sí van a ser para las víctimas.

¿Cómo le pareció el mecanismo del ‘fast track’?

Hay un asunto especial, la reforma constitucional del procedimiento especial, pero ese esfuerzo valió la pena. Desde el conservatismo apoyamos la gran mayoría de los proyectos del ‘fast track’. El balance es positivo, pero hay que mirar la implementación de los acuerdos con la voluntad de las Farc de no levantarse de la mesa y el compromiso de los partidos de trabajar en pro de que se dé la consecución de la verdad, la reparación y el compromiso de la no repetición que plantea la Justicia Especial de Paz. Pero lo más importante es que seamos capaces de construir consensos para que las víctimas estén representadas en el Congreso de la República.

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