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¿A qué juega el ELN con sus últimas acciones terroristas?

Tras dos meses de anunciarse los diálogos de paz, lo único que avanzan son los actos violentos de esa guerrilla.

31 de mayo de 2016 Por: Redacción de El País

Tras dos meses de anunciarse los diálogos de paz, lo único que avanzan son los actos violentos de esa guerrilla.

[[nid:531554;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/colp_103655.jpg;full;{El pasado 30 de marzo, desde Caracas, el delegado del Gobierno, Frank Pearl, y el líder del ELN Antonio García anunciaron que se iniciarían diálogos formales de paz y que la instalación sería un mes y medio después en Ecuador. Foto: Elpais.com.co | Archivo }]]

La andana de acciones violentas que ha desplegado en los últimos meses el  Ejército de Liberación Nacional,  ELN, justo cuando se anunció desde Caracas (Venezuela) el inicio de los diálogos de paz con esa guerrilla,   no tiene otro propósito que buscar lo que  se conoce en mercadeo como  ‘reposicionamiento de marca’. Lea también: Los puntos clave de la negociación que iniciaron Gobierno y ELN

Así lo han señalado los analistas consultados por El País para explicar las razones por las cuales dos meses después de anunciado los diálogos con el ELN, e incluso durante la etapa exploratoria, esa agrupación guerrillera ha incrementado exponencialmente sus acciones violentas.

Solo en el primer trimestre del 2016, de acuerdo con la Fundación Paz y Reconciliación, el ELN adelantó 275 acciones armadas en diversas zonas del país, siendo Arauca, Norte de Santander, Chocó Bolívar, Nariño y Cesar los departamentos más afectados.

Entre esos ataques hay varios atentados contra infraestructura vial, contra oleoductos, torres de energía, secuestros con fines extorsivos y la masacre de varios uniformados. Hechos que coincidieron con la conmemoración de los 50 años del grupo ilegal.

Y a ello se sumó la semana pasada el secuestro de la periodista española Salud Hernández Mora y de los reporteros de Noticias RCN  Diego D’ Pablos y Carlos Melo, liberados el viernes.    

¿Es verdadera la voluntad de paz del ELN? ¿Cómo se explica la diferencia entre los pronunciamientos de los jefes del Comando Central y las acciones de sus tropas sobre el terreno? ¿Por qué dos meses después del anuncio no ha sido posible iniciar los diálogos? ¿A qué le está jugando este grupo guerrillero?

Luchan contra el olvido

De acuerdo con politólogos y analistas consultados por El País, la guerrilla del ELN está mostrando  los dientes para demostrar más poder del que realmente tienen y buscar con ello el máximo beneficio en una eventual negociación que conlleve a su posterior desmovilización.

Y aunque en el país sus acciones han despertado el rechazo de la sociedad colombiana, con cada acto violento están logrando una figuración que habían perdido hace muchos años.

Por eso coinciden varios de los analistas en que el problema es que el ELN tiene varias dificultades para que el Gobierno los tome en serio. Entre ellas, que se siguen considerando un grupo pequeño y desgastado que perdió su norte ideológico que era el de la defensa de los recursos naturales.

Así lo asegura el politólogo Ancízar Marroquín, al asegurar que no se ha mirado como un actor importante en el conflicto armado en Colombia  y están tratando de recuperar esa imagen de poderosos. 

“Hoy quieren mostrar que dominan el Catatumbo y que ni la Fuerza Armada pude entrar allá y que tiene la fuerza para desestabilizar el país. Ahora, están mandando un mensaje pésimo a los colombianos, pero están claros en su estrategia y están logrando lo que quieren y hoy el país y el mundo volvió a hablar del ELN”, explica el politólogo. 

El catedrático y analista Fernando Giraldo considera además de ello, que es desconcertante que todas las acciones que ha realizado el ELN en los últimos meses son contrarias a las supuestas intenciones de sentarse a negociar con el Gobierno. “Lo que hacen con la mano lo borran con el codo; es un discurso contradictorio, incoherente e incongruente”.

“Estas acciones deliberadas de secuestrar, atacar y alejarse cada más de un proceso de paz, dejan la sensación de que el Comando Central no tienen el control pleno de las tropas o quieren mandarle un mensaje al Gobierno de que con ellos la negociación es a otro precio, que van a arrancar de cero y que quieren agenda propia”, dijo Giraldo, al señalar que no ven como base lo acordado ya con las Farc porque es una cuestión de soberbia y orgullo.

De hecho varios funcionarios del gobierno Santos han asegurado que los acuerdos que se logren con las Farc en La Habana van a servir como camino recorrido a la hora de un eventual acuerdo con la guerrilla del ELN.

El exasesor de Paz Lázaro Vivero   recordó, por su parte, que con el ELN no se ha sentado el Gobierno a la mesa para la búsqueda de un acuerdo que permita con ellos un proceso de paz y que mientras eso no ocurra, como ellos lo han manifestado, la lucha sigue.

“Sin duda están poniendo en práctica lo que llaman las mil formas de lucha por varias razones: entre ellas como forma de decir que el ELN no está derrotado y que lo que busca es una negociación entre dos partes en conflicto y no el sometimiento de ellos ante el Gobierno”, aseguró Vivero.

Tan cerca, pero tan lejos

Aunque ideológicamente tanto las  Farc como ELN comparten muchos preceptos, hay quienes consideran que un diálogo con los elenos podría ser incluso más complejo que con las Farc porque, entre otras razones, esa guerrilla  querrá llevar a la mesa los puntos que no  lograron incluir las Farc en las negociaciones con el Gobierno en La Habana.

De alguna manera, asegura el también analista Diego Luis Sánchez, negociar con el ELN puede llegar a ser más complejo que con las Farc porque ambas organizaciones comparten muchos aspectos en común y muchos de esos pendientes que están quedando en La Habana, seguramente los veremos en la discusión con el ELN.

“Pero lo importante en este proceso que apenas asoma con el ELN, que seguramente recibirá toda la crítica que ha tenido el proceso con las Farc y algo más, es que el Gobierno y esta guerrilla vayan cuanto antes a la mesa. Lo que no debe hacer el Gobierno es entrar en cólera y escudarse en que es inaceptable e imperdonable el accionar violento que está mostrando hoy el ELN para negarse a abrir la puerta al diálogo”, indicó Sánchez.

Otros intentos En 1995 Werner Mauss, un exespía alemán, fue enviado a Colombia  para negociar con el ELN que había  secuestrado a varios ingenieros de ese país. El germano inició los contactos con el Comando Central y de allí surgió el acuerdo de Maguncia. La negociación no tuvo éxito. A finales de los años 90, el expresidente Andrés Pastrana también tuvo contacto con ellos, pero el ELN hizo varios ataques terroristas, como la masacre de Machuca y el secuestro al avión de Avianca y tampoco prosperó. En septiembre del 2002 y en octubre del 2006 también tuvieron acercamientos con el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, pero tampoco prosperaron los esfuerzos realizados.

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