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Aunque todos los militantes del Centro Democrático acatan las decisiones de su jefe natural el expresidente y senador Álvaro Uribe, las diferencias internas en la colectividad no faltan y hay diversas corrientes. | Foto: Colprensa

CENTRO DEMOCRÁTICO

La disputa al interior del Centro Democrático por el 'guiño' de Uribe

Aunque la disciplina es el eje del partido, en su interior existen varias tendencias que se marcan de cara a las elecciones presidenciales.

23 de julio de 2017 Por: Katherine Vega / Colprensa

El panorama electoral sigue difuso: hay muchos candidatos, la mayoría por firmas y algunos partidos tratan de sobrevivir. Quizás la colectividad que tiene la hoja de ruta más definida es el Centro Democrático, que anda haciendo foros -al mejor estilo de los consejos comunales del expresidente Álvaro Uribe-, para darle la oportunidad a los cinco precandidatos para que expongan sus ideas.

María del Rosario Guerra, Iván Duque, Carlos Holmes, Rafael Nieto y Paloma Valencia han ido exponiendo sus posiciones en conjunto, pero bajo la moderación del expresidente Álvaro Uribe, que como papá amoroso, los aplaude a todos y no da muchas pistas sobre cuál es su favorito.
“Álvaro Uribe como lo ha demostrado históricamente -así eligió magistrados y dio su guiño a la Procuraduría en sus ocho años de gobierno- está esperando que se decante el abanico de candidatos presidenciales que tiene para tomar la decisión”, dice Carlos Arias, docente de Comunicación Política de la Universidad del Externado de Colombia y de la Universidad del Norte.

Siendo el líder natural y sin conocerse su posición, surge la expectativa y también se alcanzan a sentir los diferentes matices en el interior de la colectividad, que más que cualquier otro, aplica la cualidad de la disciplina. Algunos incluso hablan de divisiones.

Desde fuera, el Centro Democrático parece tener tres matices: ‘los radicales’, con Fernando Londoño, José Obdulio Gaviria, Alfredo Rangel, Paloma Valencia, Paola Holguín; ‘los de centro’, donde estarían personajes como Iván Duque y Carlos Holmes; y ‘los populistas’, en los que se encontrarían Francisco Santos, el concejal Diego Molano, Santiago Valencia y Óscar Iván Zuluga.

Lea también: 'Alianzas y recolección de firmas, los inicios de la carrera por las presidenciales del 2018'.

Una fuente cercana al uribismo es clara al decir que no se puede interpretar las diferencias como divisiones. Si se habla de ‘centro’, por ejemplo, resalta que el expresidente Álvaro Uribe viene del liberalismo, José Obdulio llegó a ser del Polo Democrático y Alfredo Ramos es más conservador, lo que pasa, afirma, es que “un cúmulo de muchas ideologías se aglutinaron bajo un mismo pensamiento”.

Además, afirma que el radicalismo de Fernando Londoño no refleja la posición de la mayoría del partido y que al final el exministro no es alguien muy influyente en la colectividad. Y si se trata de acuerdos, hay un consenso sobre que lo pactado con las Farc tiene que tener cambios, pero no se debe eliminar.

Y frente a los candidatos, como tal, realmente por el único que habría una división sería frente a Iván Duque, al cual no apoyaría el sector ‘radical’ del Centro Democrático, pero sí una buena parte de la colectividad.

La fuente consultada, sin embargo, afirma que tiene que ver con una cuestión de simpatías, que se traducen básicamente en que José Obdulio Gaviria y Alfredo Rangel no aprecian mucho las posiciones del senador Duque y temen que siga los pasos del presidente Juan Manuel Santos.

Lista al Congreso divide

La diferencia grande y definida por ahora sería frente a las listas abiertas o listas cerradas. A las primeras le quiere apostar el coordinador político, Francisco Santos, y José Obdulio no abandona su predilección por las listas cerradas.

En su línea, Francisco Santos, en un encuentro en Bucaramanga, invitó a los militantes del CD a que estén abiertos a hacer alianzas con partidos que logren sumar votos para el Congreso, pero su discurso se vio opacado por el de José Obdulio, quien habló de no unirse a aquellos que no tienen caudal electoral, pero sí votos comprados.

Lo curioso, es que el expresidente Álvaro Uribe no parece cerrarse totalmente a la idea de armar listas abiertas, o al menos no quiere genera un mal ambiente político frente a esa alternativa, pues por las afirmaciones de Gaviria, se disculpó con la dirigencia del Partido Conservador.

La disculpa se dio en especial por la mención que hizo José Obdulio de tener plata en la caja fuerte para comprar electores, y más cuando se “tiene notarías”, una clara alusión al excongresista Alirio Villamizar, condenado por el carrusel de las notarías. Uribe, dijo que no había que generalizar, ni maltratar a la ciudadanía.

Surge, entonces, el debate sobre hacer acuerdos o no a otros partidos o, como lo plantean los afines a Gaviria, se debe pensar en que los verdaderos resultados los da la ideología. Básicamente una discusión de coherencia.

Mientras tanto, el analista Carlos Arias da por hecho que recibirán a personas del Partido de la U: “El Centro Democrático seguramente va a jugar un rol muy preponderante en las próximas elecciones, en especial en Cámara y Senado, porque van a cooptar al Partido de la U, va a cooptar estructuras del antiguo PIN y muy seguramente va a empezar a seducir ese voto de opinión que se vio representando en el No”. De eso -considera- dependerá la coalición presidencial.

Los del No y el que ponga Uribe

En el proceso de decantar a los candidatos afines al CD, lo cierto es que Marta Lucía Ramírez sigue hablando de sus propuestas por el país, y Alejandro Ordóñez recoge firmas con la convicción de representar a los colombianos que votaron por el No en el plebiscito.

¿Qué hará entonces el expresidente? Según la fuente cercana al uribismo, el Centro Democrático iría en solitario hasta la primera vuelta. Sin embargo, el papel que jueguen estos grupos que van por firmas y que acompañaron su lucha por el plebiscito, podrían poner un punto a favor de la colectividad.

Para la fuente, en este contexto existen tres escenarios: el primero, que hagan un papel que solo le beneficie al partido en el sentido de que terminarán adhiriéndose al candidato que elija Uribe, pero no en coalición, es decir, irán catapultando al elegido. El segundo, que cada uno ponga su candidato y se haga la consulta entre todos para definir el único nombre que liderará la campaña. Y, por último, que los del No se unan, el candidato lo ponga el expresidente y los otros actores nombren el vicepresidente.

Para el analista Pedro Medellín, los candidatos del CD no van a alcanzar la votación de la consulta, quien la va a alcanzar es Marta Lucía Ramírez, y el segundo puede ser Iván Duque y cualquiera de los candidatos puede hacer llave con la exministra Ramírez.

Para el docente Carlos Arias, lo mejor que podrían hacer Ordóñez y Ramírez es seguir por su lado para poder tener una posición más fuerte frente al uribismo.

“Lo que ha demostrado Álvaro Uribe con su sagacidad política, es que si ellos se vinculan directamente a la consulta interna del partido, él podría jugar con esos votos, con esa fidelización que ellos tienen en voto de opinión y en algún momento utilizarlos para dejarlos por fuera del camino. Mientras que si ellos juegan por fuera del escenario, podrían tener un punto de negociación política para decirle en términos cotidianos: 'usted no tiene a nadie que le marque en las encuestas, necesita aliarse con nosotros y nosotros podemos alinearnos con usted para poder llegar”, dice.

Para Andrés Felipe Bernal, profesor de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, lo más seguro es que la coalición que se forme pondrá al vicepresidente.
La única certeza que hay por ahora es que la tendencia en las encuestas cambiará una vez la decisión del uribismo esté tomada, pues aunque hoy no está en punta ninguno de los cinco precandidatos, el resultado cambiará si tienen el apoyo asegurado. Así lo demuestran encuestas y vallas publicitarias que hacen alusión al candidato ‘que ponga Uribe’.
Las dudas, las expectativas, los matices del partido y el juego que hace el expresidente de escuchar a todos y no decir nada, terminará con la respuesta a la pregunta: ¿cuál será el candidato que ponga Uribe?

Diferencias en el Valle

Las divergencias en el Centro Democrático tampoco son ajenas en el Valle del Cauca. Es evidente que con la llegada del excandidato a la Gobernación Christian Garcés - que además de firmas contó con el aval del CD-- a esa colectividad tras las elecciones regionales del 2015, comenzaron las diferencias, dado que su arribo no cayó bien entre algunos sectores del uribismo local, que llegaron a pensar que iba desplazar a la líder y senadora Susana Correa.

El hecho de que Garcés hubiera logrado algo más de 355.000 votos le abría la puerta para aspirar a ingresar a la lista al Congreso de la República en las elecciones del 2018.

Y en esa dirección comenzó a trabajar el excandidato a la Gobernación, quien quería postularse al Senado, pero distintos sectores de la colectividad no veían eso con buenos ojos y consideraron que la senadora Correa, quien no pensaba volver a aspirar era quien debía hacerlo.

La situación generó una división interna, la cual se agudizó cuando el alcalde de Cali, Maurice Armitage, designó como subsecretario de Seguridad a Pablo Uribe, que ha hecho política con Garcés.

El hecho generó reclamos del concejal Roberto Rodríguez, quien públicamente desconoció la designación de Uribe como cuota del Centro Democrático.

Tras todo esto, la senadora Correa decidió volverse a postular al Senado y Garcés decidió ir por la Cámara.

Otra vertiente con la que se han registrado diferencias es con la del representante Carlos Cuero, quien se ha distanciado con miembros de la colectividad.

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