Y nadie hizo nada

Las 502.000 multas de tránsito que han caducado desde 1990 porque no se hizo la gestión para cobrarlas, son una radiografía de lo que ha ocurrido con los gobiernos de Cali, porque sus funcionarios no cumplen con sus responsabilidades y le hacen perder a la ciudad unos ingresos necesarios para su desarrollo.¿Cuántos kilómetros de vías se hubieran podido repavimentar con los $127.000 millones que no le entraron al Municipio por concepto de esas multas? ¿ Cuántos guardas de tránsito más se habrían contratado para impedir el caos de la movilidad en la ciudad?También hay que preguntar por la responsabilidad del Centro de Diagnóstico Automotriz del Valle, que tiene el contrato de recaudo de comparendos, y por qué no actuó en defensa de la ciudad.La actual Administración se muestra decidida a impedir que la situación se repita. Ojalá también actúen los organismos de control y les pidan cuentas a quienes por su desidia le causaron esas pérdidas a la ciudad.