Una medida necesaria

No es un canto a la bandera ni la salvación a los males de Cali, pero el plan desarme que operó entre enero y mayo de 2014, ayudó en la disminución de los índices delictivos.Por eso hay que saludar que la Tercera Brigada haya resuelto extenderla hasta el próximo 31 de agosto en las 16 comunas y los 15 corregimientos donde funcionó.Es que más allá de la polémica por los beneficios que el desarme ha facilitado obtener en materia de seguridad, ¿cómo negar la influencia del plan en la reducción de 190 homicidios este año?Por eso sería ideal que la permitiera en todo el Municipio ya que esto ayudaría a que la sociedad se acostumbre a que las armas en manos de civiles no son necesarias.Además de darle vida al precepto según el cual el monopolio de las armas pertenece al Estado, el desarme enseña que los caleños sí podemos convivir sin estar armados.