Tranquilidad para el Cauca
Es inaceptable que en el norte del Cauca se hayan presentado este año veintiún secuestros, algunos con motivaciones políticas, muchos de ellos extorsivos y otros por razones no claras.
Es inaceptable que en el norte del Cauca se hayan presentado este año veintiún secuestros, algunos con motivaciones políticas, muchos de ellos extorsivos y otros por razones no claras.
En esos hechos se refleja la mala hora que vive el vecino departamento por la presencia del narcotráfico, de organizaciones criminales, de la delincuencia organizada y de grupos guerrilleros que permanecen en la región.
Las Fuerzas Armadas, es necesario reconocerlo, están trabajando con determinación para combatir los múltiples delitos que ellos cometen, y para evitar crímenes atroces como el secuestro.
El esfuerzo, sin embargo, no está siendo suficiente como lo demuestran las cifras de los plagios, el último de ellos cometido contra un joven estudiante de Medicina de una universidad caleña.
La violencia y la criminalidad en el norte del Cauca afectan también al Valle, en especial a Cali que por su cercanía a la zona sigue siendo receptora de ese impacto negativo así como del desplazamiento que ello causa.
Por todo esto hay que hacer un nuevo llamado a las autoridades nacionales, para que no se les olvide que el Cauca no puede seguir arrojando cifras lamentables como las de los secuestros que se cometen en la región y que destruyen la tranquilidad de sus habitantes.