Se necesita más

La reducción en un 48% de los crímenes en Buenaventura durante el año pasado es el resultado de la intervención de las Fuerzas Armadas y de la Policía.Son acciones positivas que se deben reconocer y que son importantes para recuperar la tranquilidad que reclama su población.Pero no pueden ser las únicas cuando la pobreza extrema afecta a la mitad de sus habitantes, la falta de oportunidades es la constante y hay un desempleo del 80%.Cabe preguntar cuáles, además de la presencia de la Fuerza Pública, son las soluciones que se están dando.¿Qué se ha hecho, por ejemplo, para incentivar la creación de empresas o disminuir la falta de puestos de trabajo?¿Dónde están las acciones para acabar con la corrupción que ha afectado por años a la administración local y se enquistó en el sistema educativo?¿Se ha dado solución a la crisis del Hospital del Distrito y se le ha garantizado a la población el acceso a la salud pública?Buenaventura necesita más que programas asistencialistas y demanda más intervenciones que las de las fuerzas del orden para resolver los graves problemas que padece.Es lo que reclaman los habitantes y voces comprometidas como la de su obispo, monseñor Héctor Epalza, como se vio en la marcha del pasado 19 de febrero. Son 370.000 personas que necesitan oportunidades, exigen que el Estado no los siga abandonando y esperan el cumplimiento de los compromisos hechos para recuperar la ciudad más importante del Pacífico colombiano.