¿Sanción o burla?

Después del escándalo que suscitaron en Cartagena, los miembros del Servicio Secreto de Estados Unidos apenas fueron amonestados.Durante una semana los agentes se emborracharon, contrataron prostitutas e hicieron lo que les dio la gana, como si no les importara el cuidado de su Presidente, para lo cual los trajeron a Colombia.Al final, lo que recibieron fue una amonestación que más parece una broma de mal gusto.Vaya y venga que el Servicio Secreto acepte en sus filas a tales irresponsables.Pero no se les debe olvidar la gravedad de los hechos que cometieron en Cartagena y que, según se sabe, lo han repetido en varios países.Con la sanción, las autoridades de los Estados Unidos le notificaron a la comunidad internacional que cuando su presidente los visite, los integrantes del Servicio Secreto están facultados para protagonizar cualquier escándalo e irrespeto.