Promesa que se marchita

Fueron muchas las espectativas que el Municipio generó en torno a la creación de la empresa Girasol. Según la Administración Local la compañía le apostaría a la gestión integral de residuos sólidos y reincorporaría al mercado laboral a extrabajadores de la liquidada Emsirva y a los recicladores que ejercían su oficio en el clausurado Basuro de Navarro. Pero hoy todo se ha quedado en promesas. Girasol no germina y por ello ahora el Concejo le exige explicaciones al Gobierno Local. Según los ediles, tras ocho meses de creada la entidad sólo tiene a su cargo a 22 contratistas, no ha empezado a operar en la zona 1 que le correspondía a Emsirva y ha dependido de un contrato interadministrativo con el Dagma para sobrevivir.Ante este panorama, hay que pedirle al Municipio cuentas claras y acciones concretas para hacer de Girasol una compañía que realmente les sirva a los caleños.