Predios y malla vial

El anuncio del Ministro de Transporte de no empezar ninguna obra de infraestructura vial hasta tanto no se haya realizado la compra de los predios que se requieren, es una decisión sana. El ejemplo de cómo se puede retrasar un proyecto cuando no se negocian a tiempo los terrenos por donde pasará, está en la malla vial del Valle: doce años después de haberse adjudicado la concesión, aún hay tramos sin terminar.Y predios que estaban valorados en $2 millones la hectárea terminaron costando $2.000 millones por fallos judiciales absurdos.No obstante esas dificultades, el Valle debe reconocer que la construcción de carreteras bajo la figura de concesión ha generado un progreso evidente en su sistema vial.Y sin negar que se necesita hacer ajustes, no se puede detener un mecanismo que ha significado la transformación de las comunicaciones del Pacífico y el Valle con el resto de Colombia.