Obras inútiles

La piscina de olas construida en un lugar de Casanare donde ni siquiera hay agua para llenarla, el megacolegio que se pierde entre la maleza en Paz de Ariporo o el acueducto en la sedienta Guajira que no abastece de agua potable son ejemplos de las obras inservibles hechas con dineros de las regalías.Despilfarros como esos se cuentan por decenas en todo el país, son conocidos de tiempo atrás y se siguen repitiendo porque no se adelantan los controles necesarios para evitar que se esfumen esos recursos destinados a mejorar la calidad de vida de los colombianos.En el último año la Contraloría General de la República ha detectado 39 ‘elefantes blancos’ en 16 departamentos, incluido el Valle del Cauca, en los que se invirtieron $116.000 millones. Por casos como esos, en los que la corrupción y el clientelismo llevan al manejo irregular de las transferencias para el desarrollo regional, es que se ha desprestigiado la descentralización que tanto reclama la provincia y necesita Colombia.Mientras no se haga lo necesario para obtener las respuestas que exige el país ni se defina quiénes son los responsables, obras inútiles o inconclusas como estas seguirán multiplicándose por todo el territorio nacional.Para evitar que ello suceda y demostrar que el país está preparado para la descentralización, la solución debe salir desde la misma provincia, obligada a acabar con la nefasta influencia de la politiquería que es usada por contratistas y funcionarios para esquilmar los dineros públicos.