Los niños y su derecho a la vida

Ochenta y tres menores de edad asesinados en Cali entre el 1 de enero y el 7 de septiembre de este año es una cifra que debería estremecer a cualquier sociedad.

Se trata de niños y adolescentes en su mayoría inermes, que no tienen mecanismos para defenderse de quienes atentan contra ellos.
O son jovencitos que a su corta edad terminan involucrados en hechos criminales, porque no tienen otra opción o porque su entorno no les brinda la posibilidad de crecer en un ambiente sano y optar por un futuro con las oportunidades que se merecen.

La situación en el Valle es igual de alarmante: según medicina legal es el departamento con más homicidios de menores de edad, con 104 casos durante el primer semestre de este 2019, cifra que en ese mismo periodo de tiempo llegó a 344 en el resto de Colombia.

Es un panorama desolador, que debe llevar a la reflexión sobre qué se está haciendo con los niños y adolescentes, expuestos desde su más temprana edad a la violencia.

Asesinatos como los ocurridos en las semanas recientes en Cali, donde en hechos aislados murieron por balas perdidas un pequeño de 3 años y otro de 7 años, no deberían repetirse jamás.

No es lugar común decir que los niños son el futuro, y proteger su vida es obligación de toda la sociedad.

Cali, el Valle y Colombia tienen que hacer lo que les corresponde para cambiar ese cuadro de crímenes cometidos contra su población más joven.