Los libros perdidos
Que alguien se encuentre un libro olvidado en una estación del MÍO o en la mesa de cualquier cafetería no...
Que alguien se encuentre un libro olvidado en una estación del MÍO o en la mesa de cualquier cafetería no es un hecho usual.Y menos aún que con un breve mensaje en su primera página se invite a tomarlo, a leerlo y a dejarlo luego en otro lugar público para que alguien más lo encuentre.Así funciona el Club de los libros perdidos, una idea que recorre el mundo desde el año 2001 y que por estos días de celebraciones del idioma y de ferias literarias toma fuerza en ciudades como Cali.Aún en tiempos modernos, donde la tecnología se impone, los libros son fuente de aprendizaje y de riqueza cultural.Más en un país como Colombia, donde cada persona lee dos libros por año, por falta de tiempo o porque sus altos precios dificultan el acceso.Por eso iniciativas como El Club de los Libros Perdidos, aunque soñadoras, valen la pena si le permiten a alguien leer un libro más. ¿Se apuntan los caleños al Club de los libros perdidos?