Las dudas en Egipto

En la difícil transición hacia la democracia que ha vivido Egipto, lo ideal sería que se conocieran a la mayor brevedad los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el fin de semana.Pero el país deberá esperar aún varios días, o semanas según lo disponga la Junta Militar que ostenta el poder, para conocer quién es oficialmente su nuevo presidente, un paréntesis que en nada beneficia a una nación que está en el limbo desde hace más de un año.Si bien se debe reconocer el cambio que provocó la revolución de la Plaza de Tahrir, que derrocó al dictador Hosni Mubarak y llevó a presionar el proceso electoral, la democracia en Egipto aún está en pañales.Y en medio de la incertidumbre que genera la demora en los resultados, ya se presentan enfrentamientos entre los Hermanos Musulmanes que reclaman para su candidato la victoria con un 52% de los votos, y los seguidores del exmilitar Ahmed Shafiq, quien fuera ministro de Mubarak y se atribuye el triunfo con un margen igual de estrecho.