La realidad de Cartago

El atentado del sábado en Cartago, en el que murieron dos personas y otras cinco quedaron heridas, es un capítulo más en el historial de violencia que afecta desde hace años a este municipio del norte del Valle.

Asesinatos y amenazas contra políticos, candidatos a la Alcaldía y funcionarios públicos hacen parte de la estela criminal que afecta también a sus habitantes.

Detrás de ello están las mafias del narcotráfico y de la corrupción que se apoderaron de las entidades públicas y han permeado la política local para manejarlas a su antojo y lucrarse de ellas.

Del vínculo de los carteles de la droga con muchos de quienes detentan el poder se sabe de tiempo atrás.

Así como de las mafias que se han infiltrado en las empresas del Estado para robarse sus recursos, como sucedió con Emcartago que debió ser intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos y aún hoy varios de sus funcionarios se encuentran bajo amenaza.

Como ejemplo también están los tres alcaldes que en la década reciente han terminado en la cárcel acusados de múltiples delitos contra el patrimonio público.

Lo sucedido el sábado es grave y demuestra que la violencia sigue amenazando a Cartago.

Hechos como ese no se pueden seguir tratando como casos aislados y demandan de la intervención de las autoridades nacionales.

Cartago debe ser rescatado y sus habitantes necesitan que el Estado permanezca a su lado para protegerlos.