La gran frustración

Frustración y decepción sienten hoy los venezolanos hacia la oposición representada en la Mesa de Unidad Nacional, MUD.

Su reciente lucha contra la dictadura para recuperar la democracia y acabar las deplorables condiciones económicas y sociales que padecen sufrieron un golpe certero.

Sucedió cuando cuatro de los cinco gobernadores electos el 15 de octubre en representación de partidos opositores al régimen chavista, claudicaron ante el totalitarismo.

Su posesión y juramento ante una Constituyente impuesta de manera tramposa, a la que además se le han otorgado funciones que pisotean la Constitución de esa nación, fue un golpe directo a la alianza de quienes se supone representan la MUD, que ya muestra sus grietas profundas.

Los señalamientos están dirigidos hacia el partido Acción Democrática y su líder Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional y a quien se acusa de repetir las viejas prácticas de la política.

La rendición frente al gobierno de Nicolás Maduro le causa un daño enorme a la protesta social de los venezolanos, y demuestra que algunos de los líderes de la oposición han sido inferiores a los compromisos adquiridos con su nación, al punto de legitimar a la dictadura y a una Constituyente espúrea e ilegal.

Ahora la salida que le queda a la Mesa de Unidad Nacional es restructurarse; si no lo hace no podrá ser más la vocera de la inconformidad y de la búsqueda de la libertad que ya ha dejado más de cien venezolanos muertos.