La amenaza de Norcorea
A Corea del Norte le está funcionando bien su estrategia de desafiar a sus vecinos para llamar la atención del mundo.
A Corea del Norte le está funcionando bien su estrategia de desafiar a sus vecinos para llamar la atención del mundo.
Los cuatro misiles balísticos lanzados el lunes, tres de los cuales cayeron en el Mar de Japón, han generado tensión en el lejano Oriente, llevaron a que Estados Unidos desplegara un escudo antimisiles en Corea del Sur y ha puesto a hablar a China, el único país que ha sido su aliado.
El enigma son las intenciones reales de Kim Jong-un, el dictador coreano que no escatima en fanfarria cada vez que decide violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tendientes a evitar que continúe la carrera armamentista y nuclear en ese país.
Además de Japón y de Corea del Sur, las primeras protestas llegaron por parte del Gobierno de Estados Unidos que no dudó en mostrarle al régimen de Pyongyang su poderío militar.
China no sólo condenó el lanzamiento sino que limitó el ingreso a su territorio de carbón y otros productos de exportación de Corea del Norte.
Queda la duda, sin embargo, si el propósito de Kim Jog-un era crear más motivos de enfrentamientos entre las potencias.
Porque más se demoró Donald Trump en ordenar el despliegue del escudo antimisiles, que China en reclamar por el alcance de éste y por la posibilidad de que pueda interceptar sus comunicaciones militares.
Mientras tanto, la tensión aumenta, sobre todo a la espera de saber cuál será el próximo acto desafiante de Norcorea.