Justos por pecadores

El anuncio de la visita del papa Francisco a Colombia desató las presentación de proyectos de ley con los cuales se pretende reducir las condenas a quienes pagan cárcel por delitos menores.

Las propuestas del Centro Democrático y el Partido de la U van desde otorgar rebajas de entre una quinta y una sexta parte de la pena, hasta incluir a quienes aún no han sido condenados.

Aunque leyes como esta ya se han aprobado antes en Colombia, no está clara la razón para que la visita del máximo jerarca de la Iglesia Católica se use para otorgar perdones a quienes han cometido actos que perjudican a la sociedad.

Tampoco se puede aprovechar la visita papal para beneficiar a los delincuentes, argumentando que con ello se estaría aliviando el hacinamiento que experimentan las cárceles del país.

Si su capacidad ha sido desbordadas es porque proliferan las conductas antisociales y porque la ineficiencia de las instituciones judiciales ha llegado al extremo de que apenas el 2% de las investigaciones y procesos penales terminan en una sentencia.

Como bien lo dice el Fiscal General de la Nación, aprobar una ley de jubileo significará desconocer el Estado de Derecho que rige en Colombia.

No puede ser que los colombianos honestos terminen padeciendo el problema de seguridad que generaría poner en libertad antes de tiempo a 40.000 mil delincuentes.