¿Hacemos lo suficiente?

Ayer se conmemoró el Día Mundial Contra la Trata de Personas, problema global del que Colombia no es ajena.

Aunque no hay cifras claras sobre cuántos colombianos han sido forzados a trabajar bajo el flagelo de la explotación y turismo sexual, mendicidad, o trabajos forzados, entre el año 2014 y mayo de 2018, Migración Colombia asistió a 243 posibles víctimas de esos abusos.

El Ministerio del Interior reportó que para el mismo periodo se atendieron 370 casos, incluidos mujeres, adolescentes y hombres, y la Cancillería atendió el año pasado a 84 víctimas en el exterior.

Es de reconocer que el Gobierno Nacional ha hecho un trabajo dirigido a prevenir que más colombianos caigan en manos de estos grupos de delincuentes.

Por eso, ayer se lanzó otra campaña orientada a llamar la atención de las familias y el uso de redes sociales, para que estas no sean un instrumento que atraiga nuevas víctimas.

La Defensoría del Pueblo propuso la creación de un sistema nacional de información sobre este delito, la creación de programas de prevención, protección y apoyo a la investigación de las modalidades de trata de personas.

No obstante, el Estado no puede solo, es necesario que desde el hogar se promueva la importancia de los valores, y que las instituciones educativas continúen esta tarea para evitar que más adolescentes caigan en la trampa del dinero fácil.

Para el Valle el asunto debería ser prioridad, teniendo en cuenta que el 23 % de las víctimas atendidas en 2017 por la Cancillería fueron de la región.