Fútbol, cultura y violencia

El fútbol genera pasiones. Más aún cuando de lo que se trata es de defender las banderas de una nación o de explicar las derrotas que ha sufrido. A lo que no puede llevar es a llenar de improperios al país contrincante, como hizo Sergio Gorzky, periodista uruguayo que cubrió la contundente derrota padecida por el seleccionado de su país a manos de la colombiana.Apelando a las más grotescas descalificaciones contra Colombia, el locutor trató de justificar en supuestas trampas la que fue una caída limpia y sin excusas que todo el mundo pudo ver en las pantallas de televisión. Así se haya disculpado por sus excesos, el señor Gorzky, que denigró de Colombia sin límites, demostró su ausencia de cultura y mostró el peligro de usar los micrófonos para crear rivalidades que pueden desembocar en la violencia.