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Fuego sin control

El calor será cada vez más extremo en los años venideros y la única manera de evitar más tragedias causadas por los incendios o que los pulmones verdes del Valle sucumban ante las llamas, es recurrir a la conciencia ciudadana y a la responsabilidad que tenemos de cuidar nuestra naturaleza.

1 de septiembre de 2019 Por: Vicky Perea García

Un verano asolador, con temperaturas de 35 grados y más, ha sido el detonante de un centenar de incendios que han afectado a Cali y al Valle en las semanas recientes.

Pero la culpa no es exclusiva del calor, la sequía o de los vientos frecuentes en esta época del año en la región.

Las causas son las de siempre: la quema de basuras sin control, el desmonte de potreros a punta de candela, el fumador que tiró la colilla, el descuidado que no apagó la fogata, el fuego provocado para facilitar las invasiones...

Se sabe que en esas acciones está el origen del 90% de los incendios forestales, pero parece imposible que caleños y vallecaucanos se hagan responsables y eviten el desastre ambiental que hoy vive el departamento.

Doce incendios activos, dos de ellos aún sin control en El Cerrito y Versalles, eran parte del panorama del fin de semana en el Valle, mientras que solo en agosto, 1600 hectáreas de bosques terminaron arrasadas por las llamas en 41 de los 42 municipios de la comarca.

La emergencia es tal que el jueves anterior fue necesario el apoyo de 110 soldados para combatir los focos de fuego, mientras que en un esfuerzo desesperado por evitar más conflagraciones se estableció una tabla de recompensas para quienes denuncien a los autores.

El calor será cada vez más extremo en los años venideros y la única manera de evitar más tragedias causadas por los incendios o que los pulmones verdes del Valle sucumban ante las llamas, es recurrir a la conciencia ciudadana y a la responsabilidad que tenemos de cuidar nuestra naturaleza.

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