El problema es nacional
Cali ha hecho grandes esfuerzos para ayudar a los venezolanos que permanecen en la ciudad, a los que han llegado desde Perú y Ecuador en estos tiempos de confinamiento por el Covid-19, así como a aquellos que han querido regresar a su país.
Cali ha hecho grandes esfuerzos para ayudar a los venezolanos que permanecen en la ciudad, a los que han llegado desde Perú y Ecuador en estos tiempos de confinamiento por el Covid-19, así como a aquellos que han querido regresar a su país.
Con dineros del Municipio se les ha brindado atención y en estos dos meses se han sufragado decenas de buses para transportar a cientos de ellos a la frontera con Venezuela.
Pero está claro que el problema no es sólo de Cali y los recursos municipales se agotan para atender la prolongada emergencia.
Por ello, a la Nación le corresponde asumir la tarea de resolver los problemas de los inmigrantes.
A esas personas, que padecen el exilio forzado por la dictadura en su país hay que darles apoyo humanitario ahora que buscan regresar ante el cierre de oportunidades causado por las medidas de aislamiento.
También porque hay que proteger la salud de los colombianos, pues muchos de esos inmigrantes vienen de zonas con alto contagio como Ecuador y carecen de medios para continuar su camino.
Y está la seguridad de la ciudad, que se ve afectada por los problemas que causan las aglomeraciones en las zonas donde se asientan, por hechos como el bloqueo realizado ayer en la Calle Quinta exigiendo más atención del municipio.
Por eso el Gobierno Nacional debe ayudarlos a continuar su camino en condiciones dignas y, de paso, solucionar el problema que está afectando a Cali.