El cínico

El cinismo parece ser el oficio que mejor ejerce Jospeh Blatter, el expresidente de la Federación Internacional de Fútbol, Fifa.En contra de las evidencias y de las confesiones de algunos implicados, no ha dejado de insistir que fue ajeno a los actos de corrupción, sobornos y manejos turbios cometidos durante décadas en el máximo ente rector del fútbol mundial y en buena parte de las Federaciones nacionales.Ahora, sin el menor recato asegura que fue testigo de cómo con el método de lo que él llama “bolillas calientes y frías”, se manipularon sorteos para definir la conformación de los grupos en diferentes torneos del fútbol profesional, en especial en Europa.Eso sí, Blatter se cura de nuevo en salud y para librarse de toda culpa aclara que en la Fifa “nuuuunca” sucedió tal cosa ni mucho menos él toco alguna vez las “bolillas’ que hoy causan indignación y rabia, sobre todo entre los aficionados. Así el exdirectivo deja claro que para él no existe ninguna responsabilidad, ni se siente culpable por haber participado en la treta, porque sólo lo hizo en calidad de observador.Como si su deber, durante los años que fue presidente de la Federación Internacional de Fútbol no hubiese sido también velar por la transparencia, la rectitud y la credibilidad en el deporte que más seguidores tiene en el mundo.