El cerco a Jamundí

Narcotráfico, ELN, EPL, disidencias de las Farc, delincuencia organizada.

Lo que vive la zona rural de Jamundí es la confluencia de grupos criminales que tienen un propósito común: sembrar el miedo y la delincuencia mediante la violencia para apropiarse de la región y hacer que sus negocios ilícitos prosperen.

Lo principal son los cultivos ilícitos y el tráfico de drogas, y al lado de ello crecen conductas antisociales como el secuestro, la extorsión y demás.

El caso es que los habitantes de las montañas que rodean a Jamundí están en medio de esa zozobra, viendo cómo se enfrentan entre sí esas organizaciones criminales, cómo amenazan a la población y cómo buscan sacarlos de sus propias tierras.

Y todo sucede ahí en el sur del Valle, en límites con el norte del Cauca y a escasos kilómetros de Cali hasta donde se extienden los largos brazos y los intereses de crimen organizado.

Por eso hay que escuchar a quienes reclaman que se restablezca el orden en su región y se les regrese su tranquilidad.

Esa es la tarea que debe adelantar la Fuerza Especial del Ejército que se conformó para garantizar la seguridad en el sur del departamento, las autoridades de Policía y el Estado en su conjunto.

Jamundí y en especial su zona rural, necesitan recuperar la paz y que su gente deje de vivir en medio del temor
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