El abandono

El desplome el lunes pasado del puente sobre el río Charte, en Casanare, no se le debería achacar al sobrepeso de las tractomulas ni a la imprudencia de los conductores.Era una estructura levantada sobre una importante vía nacional, indispensable para la comunicación entre ese departamento, Arauca, Meta, Boyacá y Venezuela, que debía estar construida bajo los mayores estándares de calidad y contar con el adecuado mantenimiento.La tragedia sin embargo estaba anunciada debido a las fallas que ya se habían detectado y pretendió evitarse con letreros que alertaban sobre el riesgo que representaba, pero que se retiraron del lugar sin que se conozcan las razones.Que un hecho como ese suceda en un departamento petrolero como Casanare, que recibe los mayores recursos de las regalías y es esencial para la economía del país, no tiene justificación.La caída del puente sobre el río Charte refleja el abandono al que han sido sometidas las regiones por cuenta del centralismo, que desconoce sus necesidades así como la importancia que tienen para el desarrollo nacional.Cuando pasan tragedias como esta, se entienden las protestas de los habitantes del Chocó o los campesinos del Putumayo, hastiados de la indiferencia y la dejadez del Estado hacia la provincia colombiana.