¿Cumbre?

El calificativo de “anacrónico y tercermundista” que le endilgó en sus páginas editoriales el diario El Nacional de Caracas al Movimiento de Países No Alineados, Noal, describe la realidad de esa organización.A la Cumbre realizada el fin de semana en la isla venezolana de Margarita apenas asistieron 15 presidentes -en su mayoría de gobiernos socialistas o dictatoriales-, 19 cancilleres y unas cuantas decenas de representantes de bajo nivel. Un número ínfimo para un grupo conformado por 120 naciones, que se creó hace 55 años, en épocas de la Guerra Fría, para defender la neutralidad en el enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia, y no formar parte de la confrontación entre esas superpotencias.Que la Noal es un movimiento inútil quedó demostrado en la declaración de 190 páginas firmada en Margarita, que se enfocó en apoyar al gobierno de Nicolás Maduro, entregarle a Venezuela la presidencia por los próximos tres años y criticar la injerencia de Estados Unidos en asuntos internos de todo el mundo.Imposible esperar algo distinto, cuando los protagonistas de la Cumbre fueron los mandatarios de Irán, Cuba, Bolivia, Ecuador y El Salvador, afines al régimen chavista.El sinsabor quedó en la mayoría de venezolanos, quienes en medio de la escasez que padecen, rechazaron el costo en que incurrió su país para recibir a tan ilustres huéspedes.Y recibieron con sonoros cacerolazos el apoyo a la dictadura que desconoce los derechos de sus ciudadanos y llevó al país al fracaso económico y social.