Cuestión de humanidad

El secuestro de Nohora Valentina Muñoz, hace cinco días en Fortul, Arauca, es una tortura que ha provocado el repudio mundial.No hay razón para que se someta a una niña de 10 años a un hecho tan aberrante e inhumano como el secuestro.Aunque hasta ahora se desconocen sus autores y las razones, su padre, Jorge Enrique Muñoz, alcalde del municipio, se alegra con saber que su hija está en buenas condiciones, según le contaron sus victimarios.Igual de terrible, es que Nohora Valentina sea testigo de su propia tragedia, a través de los medios de comunicación, como le dijeron los secuestradores a su padre. El caso provocó el rechazo del Papa Benedicto XVI, al considerarlo como un crimen que atenta contra la dignidad humana. El país debe exigir por su pronta liberación y no permitir que hechos como estos se repitan. Es cuestión de humanidad.