Caricatura de gobierno

El menoscabo que ha padecido la libertad de prensa en Venezuela con la compra de medios por grupos o personas afines al gobierno, era esperable.Pero no por eso deja de sorprender y generar rechazo la censura que se ejerce contra cualquiera que critique al régimen y que termina castigado con el silencio.Como le ocurrió la semana anterior a Rayma Suprani, caricaturista principal del diario El Universal durante 19 años y despedida luego de publicar una viñeta en la que culpa con ironía al chavismo de la crisis que enfrenta el sistema de la salud de su país.Ni el gobierno ni los nuevos dueños de El Universal aguantaron la sátira inteligente de Rayma y usaron la fuerza para sacarla, creyendo que al acallar las críticas solucionan los problemas.Es la triste realidad por la que transitan las libertades en Venezuela, de la mano del absolutismo corrupto.